28 JUN. 2025 Cuatro detenidos en Gipuzkoa por explotar a migrantes Cuatro personas han sido detenidas en Gipuzkoa acusadas de facilitar la inmigración ilegal y explotar a trabajadores marroquíes. Unos 35 migrantes habrían sido empadronados fraudulentamente. Cuatro personas han sido detenidas en Gipuzkoa por pertenecer a esta red. (POLICÍA ESPAÑOLA) GARA DONOSTIA Por facilitar la inmigración ilegal y explotar laboralmente a trabajadores marroquíes, cuatro personas han sido detenidas en Gipuzkoa, según informó ayer la Policía española a través de una nota. Al menos 35 personas habrían sido empadronadas fraudulentamente en dos viviendas del herrialdedesde 2019 con el fin de favorecer su regularización. De acuerdo con el citado cuerpo, los arrestados formaban parte de una red estructurada dedicada desde hace al menos cinco años a facilitar la entrada y permanencia irregular en el Estado de ciudadanos de origen marroquí «a través de contrataciones ficticias en origen realizadas por dos empresas del sector de la construcción, una con sede en Bizkaia y otra en Gipuzkoa». Pero esas ofertas de empleo «no respondían a una verdadera relación laboral, sino que se utilizaban como mecanismo para obtener permisos de residencia y trabajo para ciudadanos extranjeros que, en realidad, eran empleados en condiciones precarias para realizar trabajos al margen de las empresas contratantes». EMPADRONAMIENTOS La investigación comenzó tras detectarse posibles irregularidades en varios empadronamientos en una vivienda de la localidad de Irun. Según la información inicial, diferentes personas «se empadronaban en este domicilio a cambio de una contraprestación económica, pese a no residir en él». Un total de 19 personas se habían empadronado en ese domicilio de Irun y otras 16 en viviendas de Donostia, «en su mayoría extranjeros en situación irregular». Al tomarles declaración, al menos 13 de esas personas «reconocieron haber pagado al principal investigado, identificado como J.M.L.T. y natural de Gipuzkoa, por autorizar su empadronamiento, sin que residieran en dichas viviendas». Estos empadronamientos se utilizaban posteriormente para consolidar permisos de residencia y acceder a la documentación necesaria para permanecer en el Estado de manera legal. Al menos 10 de las personas empadronadas regularizaron su situación mediante la obtención de autorizaciones de residencia y trabajo vinculadas a contratos en origen que eran gestionados por dos empresas del ámbito de la construcción. Estas contrataciones eran facilitadas por «Y.Z., de origen marroquí y 47 años, que contactaba con personas en Marruecos, en su mayoría de una ciudad cercana a la localidad de su propia esposa, y les ofrecía oportunidades laborales a través de empresas aparentemente legítimas» en el Estado. Una vez empadronados, eran dados de alta en la Seguridad Social por breves periodos, entre 13 y 26 días, tiempo en el que, «en lugar de prestar servicios para las empresas contratantes, realizaban trabajos de construcción ajenos a estas bajo la dirección de su compatriota mediador, sin ninguna vinculación con quienes les habían contratado». Así terminaban trabajando en unas condiciones laborales «sin control de jornada, sin cumplimiento de convenios y percibiendo sueldos muy por debajo de lo estipulado» con «la permisividad de las empresas responsables de la simulación contractual». QUÉ OBTENÍANLa red habría obtenido de los migrantes «hasta 3.000 euros por persona por gestionar una contratación en origen, trabajos o servicios a cambio, retención de parte del salario que percibían y cobros directos de hasta 250 euros por facilitar un empadronamiento ficticio».