17 SET. 2025 GENOCIDIO EN GAZA El Ejército israelí desata el horror en el asalto a la Ciudad de Gaza El asalto del Ejército israelí a la Ciudad de Gaza provocó una noche de terror entre la población, con constantes bombardeos y disparos que acompañaron la entrada de tropas. La estrategia de «tierra quemada» busca acelerar la expulsión de cientos de miles de personas que no tienen dónde ir y el Ejército advirtió de que «durará meses hasta destruir Ciudad de Gaza». Miles de personas huyen del norte de la Franja cargando con sus pertenencias. (Eyad BABA | AFP) GARA CIUDAD DE GAZA {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} Bombardeos aéreos con misiles, drones y helicópteros y ataques de artillería acompañaron el avance de los tanques israelíes en una noche de pesadilla que dio comienzo a la ofensiva a gran escala para ocupar la ciudad de Gaza. El cielo de la capital gazatí se iluminó en numerosas ocasiones con bengalas del Ejército, que exigía la evacuación de la ciudad entre el pánico de sus habitantes, tras semanas de intensos bombardeos que han destruido decenas de edificios de viviendas y tratan de expulsar a la población de la zona. El endurecimiento de los ataques ayer afectó sobre todo al campamento de refugiados de Shati, los de Tal al Hawa, Al Daraj, Al Maghribi o Al Sabra, Sheikh Radwan y Al Karama. «Gaza arde», se felicitaba al amanecer el ministro de Defensa israelí, Israel Katz. «Gaza será destruida», reiteró unas horas después, subrayando que los palestinos «pagarán el precio». El Ejército llevó la ofensiva a niveles desproporcionados para expulsar a quienes se resisten a huir, conscientes de que no hay lugares seguros, y sin medios para hacerlo. El Ejército desplegó también vehículos con trampas explosivas para destruir lo que queda de casas residenciales en las principales zonas urbanas, forzando la evacuación por el terror. Las órdenes apenas llegaban 10 o 15 minutos antes de los bombardeos. El número de muertos se disparó y eran ya más de 106 al anochecer, 91 en toda la Franja, mientras los departamentos de emergencias de los hospitales que aún funcionan estaban saturados, con falta de medicinas, material y unidades de sangre. Los supervivientes tenían que apartar el hormigón y los escombros con las manos, sin maquinaria ni herramientas. EL EJÉRCITO AFIRMA QUE DURARÁ MESES «HASTA DESTRUIR GAZA» El Ejército desplegó para estas operaciones dos divisiones a las que se unirá en los próximos días una tercera con el objetivo de rodear la ciudad, según el diario “The Times of Israel”, que recordó que alrededor de 60.000 reservistas han sido movilizados. El horror, además, durará mucho más. El portavoz del Ejército, Effie Defrin, afirmó que tomar el control de la ciudad de Gaza llevará varios meses, «y varios meses más hasta que quede completamente destruida, o incluso más». Admitió implícitamente el riesgo para los 48 israelíes retenidos en el enclave, cuyos familiares temen que no volverán a verlos, al afirmar que evitarán causar daños a los prisioneros «en la medida de lo posible». El propio presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió a Hamas que tendrá «graves problemas» si los utiliza como «escudos humanos», una forma de subrayar el peligro que corren sin culpar a su aliado israelí, ya que es dudoso que ni Israel ni EEUU puedan presionar con mayor violencia. La visita del secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, que el martes volvió a reiterar todo su apoyo a Israel casi de forma simultánea al inicio de la operación, volvía a evidenciar el consenso entre ambos aliados para llevarla a cabo. Furgonetas, coches, camiones y carros tirados por burros cargaron de nuevo con lo que cientos de familias habían podido recuperar antes de huir. La mayoría no puede pagar el coste del transporte y huyen a pie. Muchas de ellas habían rehusado salir de la ciudad, pero la estrategia de «tierra quemada» con la destrucción general de infraestructura y el corte de suministros les empuja a marcharse. Médicos sin Fronteras denunció la «espeluznante» situación que vive la población. El trayecto de 12 kilómetros hasta la zona central de la Franja puede llevar más de cuatro horas para una población exhausta, que ha tenido que desplazarse hasta 30 veces en dos años. «La gente está muy confundida, con miedo, y ya no sabe dónde ir», subrayó. La Autoridad Palestina y Hamas pidieron una intervención internacional. Rubio intenta recuperar la confianza de Qatar Al día siguiente de haber dado todo su apoyo a Israel tras el ataque a Qatar, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio intentó contentar a su aliado árabe y reafirmó en Doha la «sólida relación bilateral entre EEUU y Qatar y el «firme apoyo» de Washington «a la seguridad y la soberanía» del país. El Gobierno qatarí señaló que Rubio habló con el emir sobre «la alianza estratégica entre ambos países», y subrayó que «el ataque de Israel contra Qatar acelera la necesidad de un acuerdo de defensa renovado entre Qatar y EEUU». Añadió que Qatar «está decidido a defender su soberanía y tomar medidas para evitar que se repita un ataque». Pero no evitó que Israel mantenga su amenaza. Benjamin Netanyahu afirmó ayer que el bombardeo de Doha estuvo «justificado» y acusó a Qatar de «estar vinculado a Hamas, acogerlo y financiarlo».GARA CISJORDANIAEl genocidio sigue también en Cisjordania. El Ejército mató a dos palestinos en otra incursión en la ciudad de Qalqilia. Hamas denunció una «ejecución sumaria a sangre fría». Los cadáveres fueron secuestrados por las fuerzas israelíes.