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AZKEN PUNTUA

Se llamaba Luz


Conocí a una chica, escribía una novela. Ahora ya no existe la chica y la novela nunca tendrá nombre pero pude encontrar un fragmento entre sus papeles... «El agua todavía no hierve y una lágrima asoma y el cardo amarga. No hay cardo todavía, ¿qué me digo? Hay días sin claridad y hay ruido, cansancio y desazón. Hay días soleados y esos son los peores. ¿Qué tendrán los días de sol que me ponen tan triste? Igual será que la gente sale a la calle con sus gafas y parece que es feliz. Sin embargo cuando llueve, a la gente que parecía tan feliz se le cae el ánimo y dicen que el día está triste y que ojalá salga el sol. Y yo entonces soy una más. Pero no por la lluvia. A mí la lluvia me mece. Paso desapercibida y cuando una está triste pasar desapercibida es un helado de limón mirando al mar en una cala. Solo con la gente extraña, claro. Me parece una cosa honesta que va perfectamente conmigo y si estoy feliz, que esto también me pasa, salgo con un paraguas y me siento cobijada en un sentido amplio. Cuando llueve. Y sonrío y me abrigo. Abrigarse una misma. Quizá uno de los mayores logros a los que he llegado en la vida ha sido precisamente ese. Porque cuando una tiene semejante roto, el que yo tengo, también tiene algo muy jodido. El enemigo dentro. Tú aprendes muchas cosas de esta catástrofe. Una de ellas es que nadie en absoluto te quiere y que si lo hacen es a cambio de algo. Así que toda tu experiencia relacional se basa en regalarte para que te quieran. Otra es seguir un mandato perverso, ahora nadie te daña, eres tú la verduga haciéndolo perfecto tal y como el enemigo te enseñó. Pero de esto se va saliendo, no os pongáis tristes vosotras también, se puede hacer con tiempo, diosas y ayuda. Y sobre todo relajando a veces el ceño y otras veces apretándolo fuerte, se puede os lo juro».

Esta chica ya no existe, os he dicho, cuidado porque a veces dejamos pasar a la gente como el agua por el sumidero y no la abrazamos aun sabiendo que la vida está ahí en ese suspiro o en ese instante o en ese abrazo.