21 OCT. 2025 PROYECTO CRISIS (IN)VISIBLES DE MÉDICOS DEL MUNDO La crisis invisibilizada de Guatemala: crecer sin sanar Entre pobreza estructural, desnutrición infantil, migraciones forzadas y crisis climática, millones de guatemaltecos y, en especial, de comunidades indígenas sobreviven en silencio mientras la ayuda internacional se desvanece. El Plan de Respuesta Humanitaria solo ha recibido un 17% de financiación en comparación con el 40% del pasado año. Carmelita, defensora de su territorio en Olopa frente a la minería y la contaminación. (MÉDICOS DEL MUNDO) Ilargi AVILA {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} En las montañas del norte de Guatemala, Carmelita sigue resistiendo. Defiende su tierra de una mina que quiere extraer oro, la principal razón de que su comunidad esté quedándose sin agua potable. Ella es una entre las miles de personas que a diario sufren las consecuencias de la crisis humanitaria que enfrenta el país, una situación que se agrava con el paso de los años. La organización Médicos del Mundo lleva tres años desarrollando su proyecto Crisis (In)visibles, y este año ha centrado su mirada en una crisis humanitaria que durante mucho tiempo ha sido ignorada: la de Guatemala. Así lo explicaron en la rueda de prensa de ayer, en la que dieron a conocer los datos recogidos en su último informe. Jaione Eugui, integrante de Médicos del Mundo Nafarroa, comenzó relatando el contexto histórico que dio paso a la crisis humanitaria y aseguró que «entender la realidad actual exige mirar al pasado». La discriminación estructural hacia los pueblos originarios (mayas, xincas y garífunas) comenzó con la colonización española en el siglo XVI y se consolidó tras la independencia de 1821, que no trajo libertad para todos, sino el mantenimiento del poder por parte de las élites criollas. Entre 1960 y 1996, un conflicto armado interno dejó más de 200.000 muertos, en su mayoría indígenas. Durante los 36 años de guerra, se ejecutaron campañas de represión y discriminación, lo que llevó a comunidades enteras a replegarse en las montañas. Este desplazamiento interno sucedido a finales del siglo XX es una de las razones principales de que actualmente los pueblos indígenas carezcan de acceso a servicios de salud. POBREZA Y DESNUTRICIÓN De acuerdo al Banco Mundial, Guatemala, con un PIB que avanza a un 3,5% anual, es un país con crecimiento económico. Sin embargo, la pobreza no solo persiste, sino que se profundiza, especialmente en las comunidades indígenas. Más del 70% de la población indígena vive en condiciones de pobreza y desnutrición. Según Unicef, el 46,5% de los niños y niñas menores de cinco años sufre desnutrición crónica. Entre los menores indígenas, la cifra se eleva al 58%, lo que significa que 6 de cada 10 niños crecen sin el alimento suficiente para desarrollarse con normalidad. En Guatemala, el acceso a los servicios más básicos sigue siendo un privilegio. El 40% de la población no tiene agua potable en su hogar, y el 43% carece de acceso seguro a servicios de salud. En zonas rurales e indígenas, los hospitales quedan lejos, las clínicas no están equipadas y el personal sanitario escasea. Médicos del Mundo tiene claros los pasos a seguir para revertir esta situación: fortalecer el sistema público de salud y edificar infraestructuras sanitarias en zonas rurales. CRISIS CLIMÁTICA La crisis humanitaria se ha visto impulsada por el cambio climático. Guatemala, es uno de los países más golpeados por los desastres naturales, debido a su ubicación geográfica en el corredor seco. Contando sequías, inundaciones y huracanes, entre 2000 y 2023 el país experimentó noventa desastres naturales. Estas catástrofes naturales, han destruido cultivos, desplazado comunidades y agravado todavía más el hambre. AYUDA INTERNACIONAL La cooperación internacional ha caído en picado. Estados Unidos ha reducido en un 10% su inversión y el Plan de Respuesta Humanitaria 2025 de la ONU, solo ha recibido el 17% de la financiación necesaria, frente al 40% que obtuvo el pasado año, en 2024. Asimismo, se prevé que las políticas estadounidenses actuales tengan un impacto negativo en la economía de Guatemala, entre otros aspectos, por las deportaciones que se están llevando a cabo. Y es que las remesas enviadas por los guatemaltecos que viven en el extranjero representan el 20% del PIB del país. Aunque los datos muestran que ha disminuido el número de personas retornadas, no se trata por falta de deportaciones, sino porque muchas de ellas quedan atrapadas en el camino, expuestas a violencia, extorsión y trata. Médicos del Mundo insiste en la importancia de visibilizar esta crisis y para ello ha lanzado un podcast con periodistas guatemaltecos, que pretenden dar voz a las comunidades más afectadas, contando lo sucedido con la ayuda de mujeres activistas, abogadas, migrantes y retornadas. Voces que, juntas, dibujan el mapa de una realidad ignorada por el mundo. El 40% de la población no tiene agua potable en su hogar, y el 43% carece de acceso seguro a servicios de salud.