Fiestón en Miribilla a costa de Zaragoza

Durante unos años, las visitas a Miribilla de Basket Zaragoza eran como un suplicio chino. El cuadro maño llegó a pasearse y ganar por 73-96 o incluso 76-100. Y el pasado 18 de mayo, los aragoneses se impusieron por 104-111. Quizá por eso, el 106-75 de ayer hizo que los aficionados del Bilbao Arena esbozaran una sonrisa más que satisfecha.

El 27-23 del primer cuarto no hacía presagiar la posterior paliza. Sin embargo, mientras que la defensa de Basket Zaragoza no se ajustó nunca, la retaguardia bilbaina sí hizo sus deberes. En ataque, Jaworski y Hilliard vieron el aro como una piscina olímpica y sus triples -entre los dos anotaron 11 de los 16 que metió Bilbao Basket- fueron como puñaladas. El duelo alcanzaba el descanso con un 50-34 en el marcador.

Si el parcial de 23-11 del segundo cuarto fue tremendo, el 28-11 posterior resultó todavía más escandaloso. Pantzar, que repartió 14 de las 29 asistencias de los hombres de negro, se sumaba a la fiesta anotadora, una fiesta bilbaina en las dos canastas, ya que la defensa local borró del mapa cualquier atisbo de reacción del cuadro maño, que se vio con un 78-45 adverso al final del tercer acto. En el último no hizo más que tratar, en vano, de maquillar el resultado final.

SASKI BASKONIA LLEGA TARDE

Después de cuatro victorias consecutivas, Saski Baskonia no pudo ayer sumar el ansiado triunfo en Lleida para seguir con la racha positiva. Su derrota por 86-80 ante el Hiopos Lleida devino por un arranque pésimo, donde muchos de los vicios de las primeras jornadas volvieron a asomar, como cierta «levedad» defensiva, así como el no saber atacar a la defensa en zona que planteó Gerard Encuentra: 49-28 al descanso.

La desventaja gasteiztarra llegó a ser de 29 puntos, hasta que un parcial de 18-33 en el último acto, con los triples de Luwawu-Cabarrot, Nowell o Simmons, amén de atacar el rebote ofensivo con fiereza, puso a los de Galbiati cerca de la voltereta, pero sin tiempo para consumarla.