Mazón culpa a Sánchez y se hunde en sus respuestas al comparecer en el Congreso

El de ayer no fue un lunes cualquiera en las Cortes españolas. El primer día de la semana suele ser tranquilo, pero el de ayer entrará en los registros históricos por haber recibido a un presidente autonómico para explicar su cuestio- nada gestión al frente de la peor tragedia natural de la historia del Estado español. Un año y tres semanas después, el president en funciones de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, acudió a la comisión de investigación por lo ocurrido el 29 de octubre de 2024.

Cada grupo tenía 20 minutos para interrogar al aún líder del PP valenciano.

POCAS NOVEDADES Y DISPARO EN EL PIE

Cuando fue preguntado por los portavoces del bloque de investidura, mantuvo la misma táctica: siempre que pudo apuntó la corresponsabilidad del Gobierno español y se quejó de no poder explayarse más. Algo evidente para perder tiempo, como le señaló Oskar Matute (EH Bild)u: «Entiendo que quiere alargar la respuesta para gastar mi tiempo en eso, pero no». En su discurso se colaron varios goles en propia puerta.

La primera en intervenir fue Ione Belarra (Podemos) que afirmó que le considera «responsable de la muerte» de las víctimas porque no habría sucedido «si hubiese hecho lo que tenía que hacer» y deseó que «la Justicia española funcione y termine en la cárcel». «¿Por qué llamó solo una vez a Salomé Pradas?», preguntó. «Hice público mi registro de llamadas, soy el único que lo hizo, ni siquiera la ministra (Teresa) Ribera. A veces yo cogía las llamadas y, si no las hacía yo, será por eso que es una sola», respondió.

Belarra le preguntó cuántas veces durante su mandato había declarado el nivel de emergencia 2 la Generalitat. «Nunca», dijo Mazón. «¿Y pese a eso usted pensó en mantener la comida y quedarse y no responder tres llamadas? No nos tome por tontos, yo he sido ministra del Gobierno de España, todos sabemos que esas tres llamadas eran para pedirle autorización para la alerta».

Mazón tachó de «insulto a las víctimas trasladar la idea que puede haber más por la ubicación geográfica» suya el 29 de octubre y en varias oportunidades dijo que su presencia en el Cecopi no era relevante, ya que, según él, estaba comunicado por teléfono.

Agueda Micó (Compromís) calificó de «estafa» la comparecencia en Les Cortes y le preguntó qué hizo entre las 19 y las 20 horas. «Fui andando al Palau desde el parking y luego al Cecopi», respondió. «¿Ibas caminando y no escuchaste la llamada?», insistió. Mazón dio un paso en falso al decir que era porque «tenía el móvil en la mochila».

Idoia Sagastizabal (PNV) expresó su sorpresa: «Todos sabemos que cuando hay una tragedia el teléfono echa humo. ¿No le dio qué pensar de verdad tantas llamadas que recibía?». Mazón volvió a comentar que «ojalá» hubieran tenido la información necesaria en el Cecopi «por el desborde del Poyo que nadie avisó».

Oskar Matute citó la denuncia de «muchos bulos» hecha por Mazón y le pidió señalar «a los responsables», pero le recordó uno proferido por él mismo: que la Confederación Hidrográfica del Júcar no había emitido advertencia hasta las 18.43, cuando lo hizo a las 16.13. «No es lo mismo lluvias que caudales. Me ratifico en que hubo apagón informativo», respondió. «¿Nadie de su equipo le aconsejó lo que significaba peligro extremo, como anunciaba la Aemet?», le recordó Matute.

Con Gabriel Rufián (ERC), el debate subió de temperatura y la presidenta tuvo llamar al orden dos veces a diputados del PP. En su embestida, el president quedó visiblemente desestabilizado y soltó otra de sus incendiarias frases cuando se le preguntó por qué seguía en el Ventorro a las 17.30 cuando morían vecinos: «¿Usted está seguro de los horarios de los fallecimientos?». «Sí, está en el auto de la jueza», respondió Rufián. Mazón volvió a hundirse: «No hubo conocimiento de pérdida de vidas hasta la madrugada», dijo, activando los murmullos en las filas del PSOE, ya que él mismo anunció el primer fallecido minutos después de la medianoche.

EL MASAJE DE PP-VOX

Tanto Vox como el PP intentaron centrar las dudas con respecto a lo hecho por el Gobierno español, no le preguntaron nada sobre su gestión aquel día y sembrado las dudas sobre la exministra de Transición Ecológica.

Para preguntar a Mazón, el PSOE eligió a Alejandro Soler, conocido de Alacant y compañeros de carrera. Con él se vivió otro momento tenso cuando opinó que Mazón «tenía muchas expectativas puestas» en la comida con Vilaplana, que «había dejado la tarde libre e incluso se había llevado una muda de ropa para cambiarse por si le hacía falta».