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GENOCIDIO EN GAZA

La ANP se separa del rechazo palestino al aval de la ONU al plan de Trump

Las diferentes facciones palestinas rechazaron el aval que el Consejo de Seguridad de la ONU, impulsado por EEUU, dio al plan de Trump para Gaza y al despliegue de una fuerza internacional en la Franja. Este rechazo contrastó con el aplauso de la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas, coincidente con el de Israel, que busca recuperar protagonismo a través del plan colonial.

Un miliciano de Hamas, durante la operación de búsqueda de cuerpos de prisioneros en Ciudad de Gaza. (Omar ASHTAWY | EUROPA PRESS)

Las facciones palestinas rechazaron la resolución que el lunes por la noche aprobó el Consejo de Seguridad de la ONU y que establece el despliegue en Gaza de una fuerza militar internacional en línea con el plan de Donald Trump para la Franja.

Las Brigadas Ezzedine al-Qasam (Hamas), las Brigadas al-Quds (Yihad Islámica), las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa (Fatah), el Frente Popular para la Liberación de Palestina y las Comités de Resistencia Popular reiteraron el derecho del pueblo palestino a la resistencia y a la autodefensa, y consideran que la fuerza internacional que prevé la resolución es «un instrumento de tutela, una complicidad internacional en el exterminio» del pueblo palestino y «atenta contra el derecho de los palestinos a la autodeterminación».

El Consejo de Seguridad aprobó con 13 votos a favor y la abstención de China y Rusia el plan para Gaza ideado por el presidente estadounidense que encomienda a esta fuerza internacional la misión del desarme de las milicias palestinas.

La resolución de la ONU atribuye a la Fuerza de Seguridad Internacional (ISF) el control de fronteras así como el desarme de los grupos palestinos. Esta fuerza de 20.000 efectivos estará coordinada con la junta de gobierno que pretende presidir el propio Trump, así como con la potencia ocupante que perpetra el genocidio.

Por ello, aseguran que no servirá como protección de la población, sino como una «fuerza de ocupación extranjera». Según las facciones, cualquier fuerza internacional debe estar bajo la jurisdicción exclusiva de la ONU y trabajar en coordinación con las instituciones palestinas, sin involucrar a Israel ni otorgarle poderes.

Hamas, igualmente, estimó que el texto «intenta imponer nuevas realidades muy alejadas de los legítimos derechos» del pueblo palestino, entre ellos la autodeterminación y el establecimiento de un Estado. Considera que la ocupación no debe tener ningún papel.

Para las milicias, la solución más realista es una Administración nacional palestina independiente que gestione Gaza, incluyendo su seguridad y sus pasos fronterizos.

Este rechazo contrastó con la reacción positiva de la Autoridad Palestina (ANP), que pidió su implementación «inmediata sobre el terreno» con el objetivo de garantizar «el retorno a la normalidad», y para asegurar la retirada «completa» de las tropas israelíes y prevenir la anexión del enclave palestino por parte de Israel, algo que el texto no garantiza en absoluto.

Reproduce así la política de colaboración que lleva a cabo en Cisjordania y que -junto a la corrupción y la ineficacia- le ha acarreado el descrédito absoluto entre la población palestina.

Así, subrayó su «plena disposición a cooperar» con EEUU para llevar a cabo lo recogido en la resolución. Lo que espera la Administración presidida por Mahmud Abbas es sacar el rédito político que no le da el pueblo palestino. Cree que podrá desempeñar un papel clave en el plan de Trump, algo que Israel rechaza de plano, o que al menos con el tiempo pueda ir haciéndose con su Gobierno en nombre de la ocupación israelí, al igual que en Cisjordania.

La ANP contaría con una nueva fuerza policial palestina, junto a fuerzas de otros países. Según la resolución, la ISF trabajará con Israel y Egipto, pero la fuerza policial palestina no estará bajo el mando de Hamas ni de la ANP.

El aplauso de la ANP coincidió con el del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que cree que «el plan de Trump llevará a la paz y la prosperidad» y «a una mayor integración de Israel y sus vecinos, así como a una expansión de los Acuerdos de Abraham».

CHINA Y RUSIA

China criticó la ambigüedad del plan respecto a la gobernanza de Gaza, la solución de dos Estados y la fuerza multinacional, mientras Rusia teme que sea «una excusa para que EEUU lleve a cabo experimentos descontrolados en Israel, en el territorio palestino ocupado». «Esto podría afianzar la separación de la Franja de Gaza de Cisjordania. Recuerda a las prácticas coloniales», declaró el embajador ruso.

Pero ni Pekín ni Moscú vetaron la resolución.



Sudáfrica alerta de un plan de limpieza étnica

El Gobierno de Sudáfrica sospecha que la llegada la semana pasada a este país de un avión con 153 palestinos a bordo apunta a la existencia de «una clara agenda para limpiar de palestinos Gaza y Cisjordania». El ministro de Exteriores, Ronald Lamola, estimó que «parece ser parte de una agenda más alta para sacar a palestinos de Palestina y enviarlos a distintas partes del mundo, y que «hay otros países a los que han llegado estos aviones». La Policía Fronteriza mantuvo a los palestinos en el avión durante trece horas tras su llegada a Johannesburgo dado que no tenían sellos de salida desde Israel y el vuelo no había sido coordinado con las autoridades sudafricanas. Finalmente les permitió entrar con una exención de visado de 90 días. El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Palestina también denunció un plan de desplazamiento forzado organizado y alertó sobre una oscura organización humanitaria llamada Al-Majd que no acredita ningún proyecto.GARA