Dos niños mueren al día en Gaza en ataques israelíes pese al alto el fuego

El portavoz de Unicef, Ricardo Pires, denunció que «desde el 11 de octubre, mientras el alto el fuego ha estado en vigor, al menos 67 niños han muerto en incidentes relacionados con el conflicto en la Franja de Gaza. Decenas más han resultado heridos».

Según detalló en una rueda de prensa ofrecida en la ciudad suiza de Ginebra, un bombardeo mató el jueves a un bebé en Jan Yunis, mientras que la víspera ataques aéreos mataron a otros siete niños fallecieron en Ciudad de Gaza. Estas cifras, subrayó, no son meras estadísticas: «Cada uno de ellos era un niño con una familia, con sueños; una vida truncada repentinamente por la violencia continuada». Recordó que «no hay ningún lugar seguro» para los niños de Gaza e incidió en que «el mundo no puede seguir normalizando su sufrimiento».

Pires resaltó que «cientos de miles de niños viven en tiendas o entre los escombros. Pasan la noche temblando, sin calefacción, sin aislamiento y con muy pocas mantas. Las infecciones respiratorias van en aumento, mientras el agua contaminada multiplica los casos de diarrea».

Indicó que los equipos médicos desplegados en la Franja «saben cómo salvar a estos niños», aunque a veces no pueden hacerlo. Muchos de ellos tienen quemaduras graves, heridas por metralla, lesiones de columna o traumatismos craneales, mientras que otros padecen cáncer y han perdido meses de tratamiento o son bebés prematuros que necesitan cuidados intensivos. En este sentido, Médicos Sin Fronteras (MSF) llamó a los Gobiernos del mundo a aumentar «de forma drástica y urgente» las evacuaciones médicas de las más de 16.500 personas que están registradas para ser trasladadas desde Gaza. Alertó sobre la «situación dramática» que enfrentan miles de pacientes y familias. Una cifra que solo refleja los casos registrados por mecanismos oficiales.

«Se cree que hay muchos más pacientes que necesitan ser evacuados, pero que no están registrados debido al acceso limitado a las instalaciones sanitarias», remarcó. Denunció que Israel «limita el número de pacientes que pueden ser evacuados para recibir tratamiento y que las listas de espera «tan largas suponen un grave riesgo para la vida».

MSF criticó también que incluso los períodos para inscribirse en la lista de derivación para la evacuación médica son «innecesariamente largos». Antes del genocidio, muchos enfermos eran derivados a Jerusalén Este para su tratamiento debido al bloqueo israelí contra la Franja desde 2007. Sin embargo, las autoridades sanitarias han comenzado a devolver a algunos de estos pacientes a Gaza, entre ellos un grupo de 76 personas.