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DERBI EN EL SADAR

La Real vuelve a sonreir fuera de casa a costa de un descosido Osasuna

La Real aprovechó su visita a El Sadar para volver a sonreir lejos de casa, algo que no lograba desde hacía siete meses. Los txuri urdines le dieron la vuelta al tanto de Catena (m.42) con las dianas de Brais (m.53), Guedes (m.59) y el golazo de Barrenetxea (m.83). El bloque guipuzcoano encadena así cinco partidos sin perder, mientras que los rojillos pueden meterse en descenso.

Barrenetxea celebra el golazo que marcó desde medio campo, al que se sumó el banquillo txuri urdin. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Siete meses después, la Real volvió a ganar fuera de casa. Y lo hizo en El Sadar, ante un Osasuna deshilachado, que logró adelantarse a balón parado por mediación de Catena al final de la primera parte, pero que se vio ampliamente superado por la avalancha txuri urdin de la segunda parte.

Vertiginoso fue el inicio del choque, con un conjunto local que salió a por todas -necesitaba los puntos como el comer- y disponiendo de una magnífica oportunidad en las botas de Raúl, pero Remiro estuvo muy ágil para tocar con la manopla tras el quiebro en el mano a mano con el ariete catalán (m.5). Ese arreón fue rápidamente contrarrestado por el buen hacer visitante, aprovechándose el bloque de Sergio Francisco de su superioridad en la medular y con Brais Méndez como director de la orquesta txuri urdin, iniciando la primera ocasión guipuzcoana en un empalme desviado de Zakharyan (m.7).

Con los dos equipos buscando la meta contraria, el partido se convirtió en un ida y vuelta, más ordenados y precisos los ataques de la Real, y más directos los de Osasuna. Aramburu puso a prueba a Herrera con un chut raso y centrado (m.20) y, un minuto más tarde, Guedes llevó el pánico al área rojilla con un centro chut sin rematador. Raúl puso el contrapunto por el lado local con un cabezazo que no encontró portería, tras envío de Aimar (m.22). Nuevamente, Zakharyan no dio tregua al ritmo frenético con otro disparo con mucha intención (m.23). Y Bretones continuó el toma y daca empalando raso después de un despeje de puños de Remiro (m.27).

El derbi fue cogiendo un tono txuri urdin cada vez más acentuado. Mientras el bloque guipuzcoano conseguía salir con criterio y abría a las bandas con facilidad, en el seno rojillo no se terminaba de enlazar y, ante la falta de entendimiento, surgieron patentes reproches entre compañeros.

Sin embargo, el balón parado inclinó la primera parte del lado de los anfitriones. Aimar puso un caramelo y la zaga realista se despistó en el marcaje de Catena, que se adelantó a Caleta-Car para rematar a placer en el 42. El 1-0 espoleó a los de Lisci, que rozaron la segunda diana, tras evitar con los tacos Gorrotxategi el testarazo de Torró y sacar con el cuerpo Remiro dicho despeje. La Real se marchó con desventaja al descanso sin encontrarle explicación a las buenas sensaciones que había dejado, pero no materializado.

REVOLCÓN TXURI URDIN

Sin embargo, por regla general, el buen fútbol casi siempre encuentra premio. Y así sucedió. El cuadro guipuzcoano le dio la vuelta al duelo en apenas seis minutos, tiempo en que encontró el acierto necesario que se le negó en el primer periodo, ante un Osasuna desbordado, pese a mantener sus tres centrales.

Los visitantes dispusieron de algo de fortuna en su primera diana. Un remate de Brais Méndez dentro del área rojilla rozó en el intento de taponar de Juan Cruz y el desvío en la trayectoria despistó por completo a Herrera (m.53). Los de Sergio Francisco ya no estaban dispuestos a parar. Subidos a la buena ola, pusieron coto a la meta navarra. Soler se sacó un misil que iba camino de la escuadra al que respondió con una gran estirada Herrera (m.57) y que fue el preámbulo del 1-2.

Un balón en tres cuartos bien peleado por el cuadro visitante sirvió para asistir a Guedes, que entró como un cuchillo por el costado zurdo y colocó cruzado, lejos del alcance del guardameta burgalés (m.59). La Real le dio la vuelta en un abrir y cerrar de ojos, fruto de su mejor hacer sobre el verde. Lisci reaccionó desde el banquillo y deshizo su 5-3-2, retirando a un central (Juan Cruz) y sumando un centrocampista (Rubén García), algo que el equipo ya venía pidiendo desde la primera parte, pese a ponerse provisionalmente por delante en el electrónico.

Y el valenciano tuvo en sus botas el empate hasta en tres ocasiones. Un chut que detuvo bien colocado Remiro (m.62), otro que volvió a taponar el cancerbero de Cascante tras salir de puños (m.67) y una falta desde la media luna que botó con mucha colocación, pero se marchó por encima del larguero (m.81).

El ataque local a pecho descubierto dejó muchos huecos atrás, que Oyarzabal y Soler bien pudieron aprovechar para cerrar la contienda. Para mayor desgracia rojilla, Argibide, que salió en lugar de Moncayola, vio cómo apenas un cuarto hora después tuvo que enfilar el túnel de vestuarios expulsado por entrar fuerte a Sergio Gómez, aunque la roja se antojó excesiva (m.87).

A la Real solo le faltó poner el broche a su fructífera tarde y lo hizo con un golazo de campanillas de Barrenetxea quien, desde el medio campo, sorprendió a un adelantado Herrera (m.83).

El bloque guipuzcoano amplió su buena racha sin perder, que se prolonga durante cinco partidos, mientras que los rojillos pueden caer al descenso dependiendo de lo que ocurra en lo que resta de jornada.