26 NOV. 2025 50.000 mujeres, 137 al día, muertas a manos de sus parejas o familiares Actuación de la Compagnia Nazionale Del Ballettoen Roma. (Andreas SOLARO | AFP) GARA NUEVA YORK {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} Alrededor de 50.000 mujeres y niñas de todo el mundo murieron a manos de sus parejas o familiares en 2024, lo que supone una media de 137 víctimas cada día, según un informe de ONU Mujeres elaborado junto a la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito. Esta cifra supone además «casi el 60% de las 83.000 asesinadas el año pasado», de acuerdo con el estudio, divulgado ayer con motivo del Día contra la Violencia Machista. Por regiones, África tuvo «la mayor cantidad de víctimas de feminicidio íntimo o familiar, con unas 22.600 asesinadas en 2024», afirma el estudio. Le siguen Asia, con 17.400 mujeres muertas a manos de sus parejas o familiares; América con 7.700; Europa, con 2.100, y Oceanía, con 300. En Europa, el 64% de estos crímenes fueron cometidos por las parejas de las víctimas, mientras que en América este porcentaje fue del 69%, según el informe. ONU-Mujeres y la Undoc apuntan, además, que los feminicidios «muy a menudo no son incidentes aislados, sino la culminación de formas preexistentes de violencia de género que afecta a todas las regiones y países del mundo». Así, las estimaciones globales indican que aproximadamente una de cada cuatro mujeres y niñas de entre 15 y 49 años, el 25,8% del total, han sido víctimas al menos una vez en su vida de violencia física o sexual por su actual o pasada pareja sentimental. El estudio identifica factores que motivan estos crímenes, como estereotipos que consideran a las mujeres «subordinadas» a los hombres, la discriminación y la desigualdad. Además, existen factores de riesgo en el caso de los feminicidios cometidos por la pareja de la víctima, como antecedentes de violencia por parte del agresor o una separación «real o inminente». TECNOLOGÍA Y VIOLENCIA El informe revela que el mayor acceso a la tecnología de la información y la comunicación (TIC) y a herramientas digitales ha agravado la violencia ya existente contra mujeres y niñas y ha dado lugar a nuevas formas de violencia, como los vídeos deepfake. Así, la tecnología puede intensificar patrones de violencia doméstica y usarse para cometer actos «que preceden al feminicidio», como el control coercitivo, la vigilancia o el acoso, entre otros. La organización advierte de que las mujeres con mayor visibilidad pública, como periodistas, políticas y activistas, corren un riesgo más elevado de sufrir este tipo de violencia. Por ejemplo, una de cada cuatro mujeres periodistas en el mundo ha dicho que ha recibido vía Internet amenazas de violencia física y de muerte. El informe refleja asimismo que entre estos factores de riesgo figuran «un historial previo de violencia o estrangulamientos no letales», «acoso», «rotura de la relación» y «abuso de sustancias», incluido el alcohol, lo que se combina con «otros factores subyacentes como la falta de apoyo social y la acumulación de acontecimientos estresantes». PREVENCIÓN Por todo ello, el informe insiste en que «para evitar de forma efectiva los feminicidios son necesarias políticas específicas para abordar las formas concretas de violencia de género perpetrada en la esfera privada, ya que hay diferencias clave entre cómo tienen lugar los feminicidios a manos de parejas sentimentales y otros familiares». En este contexto, ONU Mujeres insiste en la necesidad de prevenir estos feminicidios mediante la educación y el desarrollo de habilidades para construir relaciones sanas. También propone impulsar medidas como la criminalización del feminicidio en leyes estatales y el establecimiento de agravantes en los homicidios que estén motivados por la violencia de género. Del mismo modo, se requiere impulsar respuestas de justicia penal, como la creación de unidades especializadas en fuerzas policiales, fiscales y tribunales. Así, recomienda a los países la elaboración de campañas públicas y de sensibilización, así como la recopilación de datos sobre estos crímenes por parte de agencias gubernamentales y observatorios de violencia machista. INFORMEEl informe refleja que la cifra es menor que las 51.100 víctimas registradas en 2023, si bien recalca que «este cambio no es indicación de una disminución, ya que se debe en gran medida a diferencias en la disponibilidad de datos a nivel nacional».