Israel expande el terror con otra operación a gran escala en Cisjordania

El Ejército israelí lanzó ayer una «operación a gran escala» en el norte de Cisjordania, donde hace ya más de dos años que ha intensificado los ataques contra la población palestina, llegando a provocar desplazamientos masivos considerados crímenes de guerra.

Esta nueva operación aumenta la violencia de la ocupación, con incursiones en las localidades de Tubas, Tammun, Kafr Malik, Tayassir, Al-Yamun y el campo de refugiados de Faraa. Colaboran además el Shin Bet, la Inteligencia interna israelí, y la Guardia Fronteriza y se puso en marcha tras una acción en la que las fuerzas israelíes mataron a tres palestinos.

Tubas se convirtió en una ciudad asediada donde el Ejercito selló los accesos con taludes de tierra e impidió el paso incluso a las ambulancias. Las tropas irrumpieron en varias viviendas, obligando a las familias a evacuarlas y causando cuantiosos daños materiales durante los registros.

En Tammun, las fuerzas de ocupación utilizaron un avión de combate y abrieron fuego con ametralladoras pesadas contra civiles, atacando edificios residenciales. En las primeras horas, la Media Luna Roja Palestina informó de al menos 16 heridos por palizas y que en Tayassir los soldados impidieron socorrer a un niño con quemaduras. A medianoche se contabilizaban al menos 60 detenidos.

El Ejército señaló que la operación de Tubas no forma parte de la que Israel mantiene desde enero contra los campos de refugiados palestinos en el norte de Cisjordania, y que ha expulsado de sus hogares a cerca de 40.000 personas. Hamas y la Yihad Islámica advirtieron de que esta nueva fase de agresiones forman parte del plan aplastar cualquier presencia palestina y anexionarse Cisjordania. «Busca convertir las ciudades y localidades de Cisjordania en zonas cercadas y fragmentadas, impidiendo cualquier manifestación normal de vida, para reproducir una realidad que beneficie al proyecto de control colonial», denunció Hamas. Reclamó, además, «los máximos niveles de unidad nacional y solidaridad» ante una guerra abierta».

La violencia en Cisjordania ha matado a más de mil personas desde el 7 de octubre de 2023, en la que la Unrwa describe como la «peor crisis humanitaria» en décadas. El pasado octubre alcanzó máximos históricos tanto por ataques de colonos (536) como de las tropas sionistas.

Hamas volvió a pedir a la comunidad internacional que rompa su silencio y «adopte acciones inmediatas y serias».

Más muertos, frío y hambre en Gaza

Israel mató a al menos dos palestinos e hirió a varios más en la localidad de Beni Suheila, cerca de Jan Yunis, y en el campo de Maghazi, en la Franja de Gaza. Ha matado ya a más de 347 durante un alto el fuego que no cumple.

Por su parte, el Ejército israelí afirmó haber matado a seis personas, además de detener a otras dos a las que identificó como milicianos, en la zona de Rafah, donde se cree que entre 100 y 200 combatientes palestinos quedaron atrapados tras la «línea amarilla» que delimita la zona que el Ejército ocupa sin que acepte un acuerdo para que obtengan un paso seguro. La población no vive en un alto el fuego, con disparos, muertes diarias, hambre y la persistencia del bloqueo de la mayor parte de la ayuda que necesita para sobrevivir, sumado al frío y las lluvias que agravan la situación humanitaria.GARA