Pradales sube el tono y dice que París «desperdicia una gran oportunidad»

El lehendakari de la CAV, Imanol Pradales, se atrevió ayer a dar fechas sobre la puesta en marcha del tren de alta velocidad (TAV). Afirmó que la estructura estará lista en 2027 y reconoció que la adecuación de las vías «nos va a llevar algo más de tiempo». «Más allá de que este finalizada en 2027 o inicio de 2028, estamos trabajando en algo relevante, en la conexión entre Vitoria-Gasteiz y Burgos», apuntó, haciendo hincapié en que la previsión es que los trenes de alta velocidad lleguen desde Madrid hasta Irun en 2032. No circularán al otro lado del Bidasoa, porque, como él mismo recordó, «en el Estado francés en 2032 ni siquiera se habrá acercado la alta velocidad a Dax. Las proyecciones más favorables hablan de una línea Burdeos-Dax en el entorno de 2034».

Pradales pronunció estas palabras en una rueda de prensa ofrecida en Burdeos junto al presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset, ante quien aseveró que «el Estado francés estaría perdiendo una grandísima oportunidad en términos de competitividad si no acelera las obras y si no inicia los trabajos que requiere el cumplir con los compromisos que ha establecido la propia Comisión Europea». «Me parece que Francia está desperdiciando una gran oportunidad en términos de competitividad, en términos logísticos, en términos de movilidad de personas y en opciones para la reindustrialización europea», manifestó, incidiendo en que «Francia debe ser consciente de lo que se está jugando al no conectarse con la península en alta velocidad».

«No soy yo quien debe decirle al Gobierno francés lo que debe hacer, pero es manifiesta la perdida de oportunidades que se producen si el Gobierno francés no acelera la conexión, ferroviaria», manifestó, y señaló que el impulso del Arco Atlántico «es prioritario y la conexión ferroviaria en alta velocidad, estratégica». «Y es el momento para presionar e impulsar a los Estados francés y español para que hagan lo que tienen que hacer», apuntó antes de anunciar una cumbre en la muga entre Lapurdi y Gipuzkoa con la participación del comisario europeo de Transportes y Turismo, Apostolos Tsitsikostas, y de los ministros español y francés.

RECHAZO EN BAIONA

Puede que Pradales se lleve una sorpresa en dicho foro al comprobar el rechazo que genera la creación de una nueva línea ferroviaria destinada para alta velocidad en Ipar Euskal Herria. Basta con recordar que el lehendakari Jean-Rene Etchegaray ya votó en 2021 en contra del TAV. Y la pasada primavera, diputados y senadores, acompañados de Etchegaray, se concentraron en Baiona para pedir la suspensión del Grand Projet Sud Ouest (GPSO), que prevé la conexión de Hendaia a Burdeos y Toulouse. «Desde el punto de vista económico, social y medioambiental es innecesario», denunciaron. Más aun teniendo en cuenta que la adecuación de las vías existentes ofrecería resultados similares y costaría la mitad

De hecho, se podría decir que la lucha contra el TAV en Ipar Euskal Herria comenzó antes que en el sur del país. «Desde 1992 estamos luchando contra este proyecto faraónico. Llevamos 33 años de lucha y no estamos cansados», señaló Victor Pachon, del Colectivo de Asociaciones de Defensa del Medioambiente (CADE por sus siglas en francés). En julio de 2020 este colectivo obtuvo una victoria importante cuando Bruselas validó su alternativa al TAV y dictó que la mejor opción sería renovar la línea existente.

El pronunciamiento de la Comisión Europea llegó como respuesta al informe del Tribunal Europeo de Cuentas sobre Infraestructuras Emblemáticas de Transporte (IET), entre las que se encuentran el tramo entre Burdeos y Hendaia y la denominada “Y vasca”. Según dicho informe, la puesta en marcha del servicio de alta velocidad entre ambas se retrasaría como mínimo más de dos décadas.