05 DIC. 2025 DESALOJO EN MARTUTENE Desalojado el instituto de Martutene, realojan a la mitad en La Sirena En medio de un gran despliegue policial se materializó ayer el desalojo del instituto de Martutene, donde residía un centenar de personas. La mayoría dejó el edificio por propia voluntad ante la amenaza y el Ayuntamiento solo realojó a la mitad en La Sirena. Una movilización denunció el operativo y exigió soluciones reales. Imagen de la manifestación realizada al anochecer en Donostia. (Jon URBE | FOKU) GARA DONOSTIA {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} El desalojo de las 111 personas que pernoctaban y residían en el antiguo instituto de los Agustinos de Martutene estaba fijado para ayer, pero, ante la amenaza, la mayoría de sus ocupantes fueron abandonando el edificio en la tarde-noche del miércoles. El desahucio se materializó en medio de un gran despliegue policial que rodeó el edificio. Unas 15 dotaciones de la Ertzaintza, que se presentaron en el lugar pasadas las 9.00 y obligaron a todos los periodistas e integrantes de los colectivos sociales a alejarse, acordonaron el acceso principal y precintaron el edificio, que para entonces ya estaba prácticamente vacío. También participaron en el operativo efectivos de la Policía Municipal y cinco vehículos de la Policía española, con agentes de la brigada de Extranjería. Un dron sobrevoló el área. La Policía española identificó a un total de nueve personas y detuvo a cuatro de ellas. Permitieron entrar al edificio a cinco personas para recoger sus objetos personales, no así las tiendas de campaña que tenían dentro. Hacia las 12.00 del mediodía el edificio, ya deshabitado, fue registrado por la Ertzaintza y se iniciaron los procedimientos de cierre del edificio; también llegaron a la zona excavadoras. A primera hora de la mañana, el alcalde de Donostia, Jon Insausti, señaló en Euskadi Irratia que alrededor de medio centenar de estas personas serían realojadas en el albergue La Sirena, que solo se abre para personas sin techo cuando las condiciones meteorológicas son especialmente adversas y cuando se registran temperaturas extremas. Integrantes de Harrera Sarea, que trabajan y asisten a personas en situación de vulnerabilidad y acompañaban a los moradores del instituto, explicaron que el albergue se abrió «la noche del miércoles muy tarde; avisaron a algunas de las personas que habitaban aquí muy tarde y el traslado se hizo a través de los voluntarios de los movimientos sociales, bajo la lluvia. A algunas personas les avisaron para ir al recurso de la Sirena, pero otras también fueron allí y se quedaron fuera», denunciaron. Además, aseguraron que «no ha habido visitas individualizadas, no ha habido una salida escalonada como dijo el alcalde; hemos sido los movimientos sociales los que hemos ayudado a todas estas personas». En ese sentido, pidieron que «acojan a todas las personas que han dormido aquí, no solo a algunas, ya que muchas se han quedado en la calle». No olvidaron tampoco «a otras 400 personas que se quedan en situación de calle en Donostia» y reclamaron que «sigan poniendo medios y que todo se haga con más coordinación». Saludaron que se haya «conseguido abrir La Sirena», pero dejaron claro que «ha sido gracias a la presión de los movimientos sociales. Basta con saber que la llamada fue ayer a la tarde-noche, sin tiempo a organizar este desalojo escalonado que había estado diciendo el alcalde durante toda la semana». «ERA SU HOGAR» En declaraciones a los medios presentes, integrantes de Harrera Sarea insistieron en su crítica a la actuación municipal. «Aquí había personas jóvenes que llevaban más de dos años viviendo. Aunque no son condiciones de vivir, al final era su hogar, y han estado viviendo con la mayor dignidad posible», enfatizaron. Agregaron que «es desolador ver que no tienen dónde ir, no tienen cómo llevar las cosas... Les preguntabas ‘dónde vas a ir’ y la respuesta era ‘no sé, me están echando de todos los sitios’». Explicaron que ese es «el día a día con las personas en situación de calle», y no entienden «por qué no se ha alojado a todas estas personas y no se ha hecho de otra forma y con otro tacto». Censuraron que este operativo coordinado entre las fuerzas policiales «deja en situación más vulnerable a las personas que están en situación administrativa irregular a causa de la Ley de Extranjería», ya que durante los dos primeros dos años no pueden trabajar. «No están en la calle porque quieren sino porque no hay otro recurso y no hay forma de trabajar ahora mismo», zanjaron. «SOLUCIÓN INTEGRAL» EH Bildu puso el foco sobre «la cruda realidad» que evidencia el desalojo de Martutene. «En Donostia hay más de 500 personas en situación de calle. Hablamos de 110 personas que han tenido que abandonar el edificio de los Agustinos, pero la solución debe ser integral», reclamó, En este contexto, manifestó, además, que el Ayuntamiento no se puso en contacto con todas las personas que pernoctaban en el edificio ya que, por ejemplo, «unos jóvenes que están en un proceso de formación no han recibido ni una sola llamada». Demandó que todos ellos reciban también el «recorrido personalizado» de inclusión comprometido por el alcalde, al tiempo que destacó que este tipo de planes se podían haber diseñado de antemano «ya que el desalojo del edificio se conocía desde hace meses». Recalcó, así, el trabajo realizado en los últimos días por diferentes asociaciones sociales. De hecho, hasta el último momento, representantes de distintos colectivos han ayudado a las personas que dormían en el antiguo colegio de los Agustinos a sacar sus pertenencias y a algunos de ellos a trasladarse al albergue La Sirena, centro que la coalición soberanista .defendió que «se pueda utilizar durante todo el invierno», no solo en situaciones de meteorología extrema. MANIFESTACIÓN Y RECOGIDA DE MANTAS Al anochecer, varios centenares de personas, entre ellas algunas de las que vivían en el edificio desalojado, se manifestaron en Donostia bajo el lema ‘‘Nadie en situación de calle. Inor ez kale egoeran’’. A lo largo de la movilización, convocada por distintos colectivos como Harrera Sarea y Kaleko Afari Solidarioak, entre otros, y desarrollada bajo la lluvia, se corearon lemas como ‘‘la Ley de Extranjería mata cada día’’. Un cambio de raíz en las políticas de extranjería fue precisamente lo que se demandó en el comunicado leído al término de la manifestación ante el Ayuntamiento. «El derecho al trabajo, la alimentación, la educación y la vivienda deberían ser universales y, mientras no sea así, son las propias instituciones las que perpetúan estas situaciones de marginalidad». Los convocantes denunciaron la maniobra presentada como solución por el Ayuntamiento, insistiendo que no se había tomado ninguna medida con antelación pese a asegurarse que se iba a escalonar la salida. De hecho, tampoco se había comunicado que se iba a abrir La Sirena. Asimismo, antes de la movilización recogieron mantas y tiendas de campaña en un punto de instalado ante el juzgado. Con todo, concluyeron que «la solidaridad, la capacidad de organización y la presión social» han dado al menos ese fruto. A partir de ahí, pidieron soluciones reales: «El Ayuntamiento tiene que destinar muchos más recursos. Si la demanda se ha multiplicado por diez, el presupuesto social tiene que estar a la altura». SU HOGAR Harrera Sarea subrayó que, «aunque no son condiciones de vivir, al final era su hogar y donde han estado viviendo con la mayor dignidad posible». DETENIDOS La Policía española identificó a un total de nueve personas y detuvo a cuatro de ellas. Dejaron entrar a unas pocas personas a recoger sus objetos personales, no así las tiendas de campaña. SOLIDARIDAD Diferentes colectivos sociales llevaron a cabo una recogida de mantas y de tiendas de campaña por la tarde.