07 DIC. 2025 Karmele Gogoan exige un reconocimiento oficial Hace 21 años, a consecuencia de la dispersión, Karmele Solaguren perdió la vida. Ayer en Barañain volvieron a homenajear a su vecina. Ofrenda floral con el rostro de Karmele. (Jagoba MANTEROLA | FOKU) GARA BARAÑAIN {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} La dispersión acabó con la vida de Karmele Solaguren hace 21 años, tras sufrir un accidente en la carretera cuando iba a visitar a su hijo Ekain Gerra, preso en la cárcel de Soria. En su pueblo, Barañain, ayer volvieron a realizar un solemne homenaje a Solaguren en el monolito que tiene en la localidad navarra. Desde la plataforma Karmele Gogoan volvieron a plantear «que es el momento de un reconocimiento oficial». «Una fría mañana como la de hoy, la política de dispersión se cobraba la vida de Karmele. No era la primera vez que alguien moría a causa de esta decisión política. Aquella mañana, un escalofrío recorrió todos los rincones de Euskal Herria. Mientras aún estábamos en una especie de shock colectivo, intentaron impedir mediante la fuerza que gritáramos ‘karmele gogoan zaitugu’ en la plaza de nuestro propio pueblo. Cargaron a porrazos en el cementerio mientras Ekain se despedía de su ama y José Luis [su marido] aún estaba en el hospital recuperándose de las heridas sufridas», recordaron. Desde la plataforma subrayaron que «tras 14 años de lucha vecinal incansable por la memoria, la verdad, el reconocimiento y la garantía de no repetición, Karmele fue reconocida por el Ayuntamiento de Barañain como víctima de la dispersión». Sin embargo, interpelaron a las instituciones navarras a realizar un reconocimiento oficial: «Nos preguntamos qué es lo que impide a las instituciones navarras dar ese paso. Si saben que solo aportaría bienestar a la sociedad, no entendemos por qué debemos esperar más. El pasado año se celebró el 20 aniversario y dejaron perder esa oportunidad. Hoy, 21 años después de la muerte de Karmele, pedimos que den el paso de reconocerla como víctima de la política de dispersión».