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BBK no descarta nuevas operaciones de inversión para comienzos de 2026

El presidente de BBK, Xabier Sagredo, no descarta nuevas operaciones de inversión en los primeros meses de 2026. Admitió en una comparecencia que tienen «un montón de inversiones potenciales», que estudian. La fundación fija su atención en «mega tendencias globales» como la transición digital, la energética y la sociodemográfica.

Gorka Martínez, Xabier Sagredo y Nora Sarasola, de BBK Fundazioa. (Gorka RUBIO | FOKU)

BBK Fundazioa no descarta nuevas inversiones en los tres o cuatro primeros meses de 2026, siguiendo la senda de operaciones como la de Ayesa IT, donde se integra la antigua Ibermática. Su presidente, Xabier Sagredo, no da aún por cerrada esta adquisición por parte del consorcio formado por esta entidad, Lakua y Kutxabank, aunque admitió que «tiene buena pinta» después de que hayan firmado un documento de confidencialidad.

En rueda de prensa ofrecida ayer en Bilbo, Sagredo destacó que la fundación bancaria es «el principal inversor en empresas vascas de todo el Estado con una cartera de más de 5.200 millones», lo que le permitirá el próximo año destinar más de 53 millones de euros a la Obra Social, sin contar con el dividendo de Kutxabank. Su objetivo es incrementar sus activos hasta los 7.000 millones en los próximos años.

«En 2014 nacía la fundación bancaria BBK, y se marcaba una meta clara, pero lejana: garantizar una Obra Social que no dependiera de los dividendos de Kutxabank, su principal participada. Los expertos situaban ese horizonte entre 2035 y 2040. Ese futuro ha llegado diez años antes. Ese futuro ya está aquí», subrayó.

Aseguró que su actividad inversora se caracteriza por «desarrollar una inversión con principios que no busca únicamente la rentabilidad económica, sino también maximizar el impacto social y minimizar el impacto ambiental de su actividad». En una década, BBK Fundazioa se ha posicionado como un inversor destacado en la CAV, con un enfoque a futuro centrado en «tres mega tendencias globales»: la transición digital, la energética y la sociodemográfica.

«El 90% de sus inversiones están destinadas a proyectos en Euskadi, consolidando su papel como motor económico y social», insistió. Iberdrola, CAF, Arteche y Vidrala son algunas de las empresas industriales participadas por BBK, que apoya, asimismo, la creación de oportunidades para startups locales a través de programas como BBK Venture y Seed Capital.

Respecto a la compra de la división tecnológica de Ayesa, Sagredo explicó que ahora se abre un periodo en exclusividad para «enfrentarse» al acuerdo de ventas que tendría que cerrarse, como fecha máxima, el 31 de diciembre. «Ahora se está recopilando todo y tratando de adecuarnos a todos los formalismos que tenemos que hacer para llegar con tiempo al 31 de diciembre y ver si somos si ya hacemos el contrato de venta, aunque luego tengamos unos meses después de eso», precisó.

No ocultó el interés de la fundación por invertir en empresas que considere atractivas para sus intereses. En tal sentido, comentó que tienen «liquidez y posibilidades económico-financieras» para poder seguir avanzando en esa apuesta.

Xabier Sagredo admitió que tienen «un montón de inversiones potenciales» que estudian y se van analizando «si son susceptibles de poder acometerlas o no».