13 DIC. 2025 EIBAR Crisis en el verde, cisma en la grada Catorce peñas del Eibar anuncian que no acudirán el próximo martes al partido de Copa frente al Elche por la decisión del club de cobrar la entrada a todos los abonados, asistan o no. El equipo, en descenso, disputa tres encuentros en siete días. La Cultural también se llevó los tres puntos de Ipurua el pasado domingo. (A. CANELLADA | FOKU) Amaia U. LASAGABASTER {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} El Eibar atraviesa su situación más delicada de los tres últimos lustros. En descenso desde hace dos jornadas, la espiral negativa en la que ha entrado no invita al optimsimo. Y para empeorarlo, la crisis se traslada ahora a la grada. Las penurias deportivas ya se estaban dejando notar en el sentir de una afición que pide la cabeza de Beñat San José, censura la inacción del Consejo, reclama fichajes... En realidad, nada que se salga de la cotidianidad de cualquier equipo en apuros. Ni siquiera de la de una grada tan calmada como la de Ipurua, que en buen número aplaudió a los suyos el pasado domingo tras perder ante la Cultural Leonesa. Pero lo que no ha conseguido la delicada situación deportiva, lo ha logrado una decisión del Consejo de Administración. El próximo martes, el Eibar recibirá al Elche a las 19.00 para disputar la eliminatoria de dieciseisavos de final de Copa. Este pasado miércoles, el club emitió una nota, paradójicamente titulada «Precios populares para llenar Ipurua en la Copa», en la que se informaba que los abonados tendrán que pasar por caja para ver el choque copero -5 euros los niños, 10 el resto-. Si ya parece una medida cuestionable, con el equipo en descenso, en un horario complicado y ante un rival con poquito tirón, la empeora el hecho de que el club cobrará a los abonados la entrada aunque no acudan al campo, a no ser que se tomen la molestia de liberar su asiento. La incredulidad de la masa social tornó rápido en enojo. La mayoría de las peñas azulgranas han rubricado un comunicado conjunto en el que muestran su malestar y anuncian que no acudirán al partido. Recuerdan que para muchos abonados «será imposible» acudir el martes a Ipurua por cuestiones laborales, lo que hace «incomprensible» que el partido sea de pago, y aseguran que la medida «demuestra la distancia» entre Consejo y afición. «La Dirección no ha sabido entender el contexto o, lo que es más grave, incluso entendiéndolo, ha mantenido la decisión». Así que solicitan al Consejo que dé marcha atrás y anuncian que, de no ser así, «hemos decidido no acudir al partido». La nota está firmada por catorce peñas azulgranas, incluyendo la más numerosa, «Eskozia la Brava». Frente a los más de cinco millones de euros de pérdidas presupuestados para esta temporada, la recaudación por el cobro a los abonados en este encuentro, teniendo en cuenta el horario, el rival y las asistencias de los últimos partidos, difícilmente superaría los 35.000 euros incluso sin boicot. Y en poco más de tres semanas arranca la campaña de renovación de abonos. MÁXIMA EXIGENCIA El cisma se produce en el peor momento. En las últimas once jornadas, el Eibar ha sumado solo siete puntos, ha conseguido una victoria -además de la copera en Pontevedra-, ha encadenado tres derrotas, desde su última puerta a cero ha encajado catorce goles en seis partidos y desde hace dos jornadas ocupa puestos de descenso. No se atisba reacción y además despide 2025 con un calendario exigentísimo, que le llevará a disputar tres partidos en apenas siete días. Hoy (14.00) visita al Córdoba, cinco puntos por encima, con la obligación de ganar, lo que no ha conseguido lejos de Ipurua en toda la temporada. El próximo martes recibe al Elche en dieciseisavos de final de Copa y solo tres días después, el viernes 19, disputa el último partido del año, que le enfrentará al Valladolid en Ipurua LOS NÚMEROSTeniendo en cuenta el horario, el rival, los precios y la asistencia a los últimos partidos, el Eibar, que ha presupuestado más de cinco millones de pérdidas para este ejercicio, difícilmente recaudaría más de 35.000 euros por el cobro a los abonados, incluso sin boicot.