22 DIC. 2025 FÚTBOL - SEGUNDA DIVISIÓN El Sanse cae ante el Ceuta y no logra despedir el año con un buen sabor de boca Marchal adelantó a los blanquiazules tras pase de Mariezkurrena, pero Zalazar, Kone y Rubén Díaz dieron la vuelta al marcador de Anoeta. El Sanse se encontró un buen Ceuta en Anoeta. (REAL SOCIEDAD) Imanol INTZIARTE {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} El Sanse no pudo dar continuidad a su triunfo de la semana pasada en Riazor y tuvo que doblar la rodilla frente a un Ceuta que tiene poco nombre, pero que fue de lo mejorcito que ha pasado por Anoeta en lo que va de temporada. Por eso, a pesar de ser otro recién ascendido, navega con placidez por la parte media-alta de la tabla clasificatoria. La segunda derrota consecutiva en casa impide al filial blanquiazul comerse las uvas en una posición más desahogada, si bien todo el mundo era consciente de que en este maratón tocará sufrir hasta el último kilómetro. El estadio donostiarra cerraba el año con un encuentro solo apto para el paladar de los muy cafeteros: lluvia, feria de Santo Tomás y un rival sin excesivo caché. El que no viene se lo pierde, porque lo cierto es que ver competir a los potrillos en Segunda está siendo una gozada. Incluso ayer. Quien no faltó fue Pellegrino Matarazzo, que hoy será presentado como nuevo técnico del primer equipo. Tras una semana en la que las turbulencias del primer equipo afectaron al Sanse, con la ausencia de sus técnicos principales Jon Ansotegi e Imanol Agirretxe en el día a día, el interino Jon Gorrotxategi -asistente en el filial- metió de salida a Astiazaran y Mariezkurrena, que la víspera tuvieron unos pocos minutos ante el Levante, decisivos en el caso del de Astigarraga. Dicen que un clavo saca a otro clavo, así que nada mejor que volver a saltar el césped para pasar el mal trago. El que no estaba era al goleador Gorka Carrera, sancionado tras ver la quinta amarilla en Riazor. GOLES PSICOLÓGICOS Pese a la ausencia del de Errenteria, siete minutos tardó el Sanse en abrir el marcador. Mariezkurrena tiró un desmarque en profundidad para recibir, controlar y asistir a la llegada de Marchal, que picó perfecto ante la salida Vallejo. Casi repite el navarro en otra espectacular jugada con balón largo de Balda para Mikel Rodríguez, que tras un control excelso sirvió al de Iruñea, pero su disparo lo sacó el meta ceutí. Pero reaccionó bien el equipo africano, cuyos méritos tuvieron justo premio antes del descanso. Astiazaran perdió un balón en el centro del campo y Zalazar hizo el resto con una buena conducción y un mejor disparo que superó por arriba a Fraga (1-1, m.43). Una ‘delicatessen’ la del uruguayo. Y los visitantes voltearon el marcador al poco de iniciarse la segunda mitad, con un balón de Youness para la carrera de Kone, quien pilló la espalda a Garro. La puntilla llegó de la mano arbitral. Fuentes Molina, que estaba permitiendo un partido intenso en el contacto, se sacó de repente de la chistera un penalti en una caída de Obeng ante Aguirre en el típico forcejeo en el área, uno entre un millón. No se lo creía el generalmente tranquilo Ion Ansotegi, que seguía el encuentro desde la zona de prensa.