Las armas y el modelo policial continúan en medio de la polémica

La Ertzaintza sustituyó hace unos años las pelotas de goma por proyectiles de foam al considerarse menos peligrosas, algo que ha quedado en tela de juicio, toda vez que en apenas año y medio se han registrado al menos cuatro heridos muy graves a causa de estos proyectiles.

Tras los casos acaecidos en 2024 en Tolosa y Donostia, donde Xuhar Pazos y Amaya Zabarte resultaban heridos en la cabeza por sendos proyectiles lanzados por la Ertzaintza, este año se han vuelto a producir otros incidentes similares en Bilbo y Gasteiz.

En la capital vizcaina, el joven Iker Arana tuvo que ser trasladado de urgencia al hosìtal cuando, el 3 de abril, agentes de la Ertzaintza procedían al desalojo del gaztetxe de Errekalde. Un agente policial disparó un proyectil de foam directamente contra este joven de 33 años, lo que le provocó heridas que le hicieron perder un testículo.

El ertzaina que disparó fue identificado a los tres meses, según explicó el propio Arana, gracias a la colaboración ciudadana, frente a la «pasividad» mostrada por la propia Policía autonómica. El agente declaró finalmente el 11 de diciembre en el juzgado en el que se abrieron diligencias para esclarecer los hechos.

El segundo caso del año se producía el 16 de octubre en Gasteiz, cuando agentes de la Ertzaintza que protegían un acto de Falange Española cargaron contra las personas que protestaban por ello, una actuación que provocó al joven Aritz Ibarra la rotura de mandíbula, pérdida de un diente y desplazamiento de otros por el impacto de un pelotazo lanzado a escasos metros.

Además de Ibarra, una treintena de personas resultaron heridas, con múltiples fracturas óseas, equimosis y laceraciones, y otro joven sufrió un traumatismo ocular grave.

De forma paralela, este año han seguido adelante los procesos judiciales por los casos de Xuhar Pazos y Amaya Zabarte, aunque el primero ha sido sobreseído definitivamente. En un fallo conocido el 5 de diciembre, la jueza del Juzgado de Tolosa consideró que los ertzainas que hirieron de gravedad al joven menor de edad durante los carnavales de Tolosa actuaron de forma correcta, que los hechos ocurrieron en un contexto de disturbios graves y que el golpe lo recibió de rebote.

La investigación judicial por las heridas causadas a Amaya Zabarte en las cargas previas al partido entre la Real y el PSG, sin embargo, han seguido su curso en la Audiencia de Gipuzkoa, donde han declarado los agentes implicados. El ertzaina que pateó a Zabarte cuando ya estaba herida en el suelo declaró que «se tropezó», mientras que sus compañeros alegaron que la presencia de proyectiles de foam prohibidos en el lugar de los hechos se debió a que «se les cayeron de una bolsa».

Precisamente, a finales de año se conocía que una tercera mujer denunció haber resultado herida por el impacto de una pelota de foam en las inmediaciones del estadio de Anoeta donde resultaron heridas Amaya Zabarte y una segunda mujer, María Martín.

RECUERDO A ROSA ZARRA

Y también en 2025, treinta años después de que Rosa Zaira muriese por un pelotazo de la Ertzaintza también en las inmediaciones de Anoeta, la Comisión de Valoración del Gobierno de Gasteiz reconocía finalmente que fue dicho pelotazo el que le provocó la muerte ocho días después. El entonces consejero de Interior Juan Maria Atutxa aseguró que Zarra falleció por enfermedad.

Con motivo de este aniversario, el Ayuntamiento de Donostia ha colocado una placa de recuerdo en el lugar donde cayó herida, un acto en el que se exigió al Gobierno de Gasteiz acabar con la impunidad de estas actuaciones policiales.