13 DIC. 2013 MERCABILBAO ANTE LAS NAVIDADES El gran mercado de abastos nota el incremento de precios Los días previos a la navidad son intensos en los pabellones de Mercabilbao, especialmente el que ocupan pescados y mariscos. El alza de los precios comienza a notarse y también el aumento de la actividad, aunque la crisis tiene aquí un buen termómetro. En los últimos años las ventas decrecieron, y se augura que proseguirá esa tendencia a la espera de la ansiada recuperación del consumo, que no llega. Agustín GOIKOETXEA Mientras la mayoría duerme, la actividad en el principal mercado de abastos de la cornisa cantábrica es trepidante. Cientos de furgonetas y camiones ocupan los muelles de carga mientras comerciantes minoristas se surten de los productos necesarios para levantar pocas horas después las persianas de sus establecimientos. Mercabilbao comercializa anualmente 245.900 toneladas de alimentos, explica el concejal bilbaino de Salud y Consumo, Mariano Gómez. Del total del negocio, añade Aitor Argote, gerente del mercado central ubicado en Basauri, en el periodo navideño se factura entre el 10 y 15%. Son las jornadas estrella en el pabellón de pescados y mariscos, donde las 20 empresas mayoristas tratan anualmente con 25.000 toneladas de producto fresco, procedente de distintos puertos cantábricos pero también del norte de Europa. «Los centollos llegan de Escocia -aunque Pontevedra sigue siendo el origen principal del género- en camiones vivero», explica un asentador, quien aclara que aún no son días fuertes para esos productos; será la próxima semana cuando la actividad se dispare, al igual que los precios. «En el marisco, pueden triplicarse de Mercabilbao a las pescaderías», aventuran. En un puesto del renovado mercado de La Ribera, la cigala especial se vendía ayer a 38,85 euros. En torno a las 6.45, después de que los grandes restaurantes y buena parte de las pescaderías se hubieran abastecido, los percebes oscilaban entre 50 euros por kilo de un cargamento llegado del puerto asturiano de Luarca y 45 de otros bretones. Argote, al igual que algunos de los mayoristas, reconoce cierta bajada en la actividad. Coinciden en que el precio de la merluza ha bajado «mucho», aunque hay cierto repunte en los precios por las navidades. Los mayoristas ofrecían ese pescado a precios que rondaban los 4,5-5 euros por kilo, sin tener que ser precisamente esa partida, en La Ribera se ofrecía merluza de anzuelo gallega a 7,80. «Es el pollo del mar», apostilla una de las pocas mujeres que está al frente de un negocio, que corregía la idea general de que mucha merluza procede del norte de Europa. «Está entrando mucha de Galicia», remarcaba. Al alza El pabellón de pescados abre habitualmente a las 5.00, aunque en vísperas de las fechas clave se hará a las 4.00. El precio del salmón se ha incrementado, señalan los pescatores, y el besugo alcanza los 24 euros en Mercabilbao -en la principal plaza de abastos de Bilbo costaba 39,90-, mientras la dorada se queda en 14,90 y la lubina llega a los 20 euros. Lenguado y rodaballo están al alza, en La Ribera el rodaballo salvaje holandés estaba a 14,90 euros, encareciéndose también el rape hasta los 21,90 en las pescaderías, muchas de cuyas cajas provienen de Escocia. El mero también, con un precio base para el pescatero de 28 euros, aunque como precisó un veterano cocinero: «Está el abadejo, que es el mero del obrero». Entre anchoas gaditanas, gallos -que los propios mayoristas reconocen que habían alcanzado precios «desorbitados» en los últimos años a 12 euros/kilo en el mercado central- y chicharros era posible encontrarse imponentes ejemplares de arraigorri o perlón, un pescado blanco con poca grasa y mucha espina, o congrios. También unas cajas con sampedros, un pez de aguas profundas que «gusta a gallegos, madrileños y guipuzcoanos, y que aquí no tiene demanda. Es -subrayan- muy bueno, el problema es que aquí no se comercializa». Mucho de los pescados típicos que se están vendiendo es para congelar, «más de la mitad», o para cocer, como sucede con el pulpo, que se vendía en algún puesto de La Ribera a 7,97 euros por kilo, las kokotxas estaban por los 16,80, los cabrachos a 14,90 y la vieira viva a 10,80. Hay algunos que llegan a cocer centollos y percebes y los congelan, lo que para la mayoría será un «sacrilegio» o «una barbaridad» en el caso del crustáceo cirrípedo de la familia scalpellidae que crece sobre rocas batidas por el oleaje. Sin duda, la estrella de las navidades pretéritas eran las angulas. Ahora, su precio es la anécdota de los informativos televisivos o de la prensa. «Antes se vendían por cajas y ahora en bandejas de 200 gramos», añoran desde Mercabilbao, donde confiesan que se están recogiendo pedidos al margen de los habituales de los restaurantes de postín. Todo apunta a que el kilo en venta al público rondará los 1.000 euros viendo el margen con el que juegan los pescaderos en este producto solo apto para acaudalados o agraciados con el Gordo de la lotería. Son curiosidades de una madrugada en Mercabilbao, donde los asentadores manifiestan con la boca pequeña y alejados de cámaras y micrófonos que «venden percebes pero me cuesta vender gallos». El género que se ofrece en este centro de distribución, del que se surten hasta comerciantes de La Rioja, Burgos o Valladolid, es de primera calidad gracias a la estricta vigilancia que realizan tres inspectores del Consistorio bilbaino. «Malo no hay nada», dicen. La actividad es sin duda más pausada en el pabellón de frutas y hortalizas, donde los productos que destacan son la piña, uva, alcachofas y cardo.