10 ABR. 2014 Internacional La Premier mira a Liverpool Reds y Toffees son los grandes protagonistas de una Premier que esta jornada recordará Hillsborough. Joseba VIVANCO Dos goles de Fernando Llorente, después de siete partidos sin ver puerta, ayudaron a la Juventus a dejar claro a la Roma que no le va a discutir este Scudetto, por mucho que los capitalinos se hubieran puesto a cinco puntos horas antes. Los biannconeri serán definitivamente primeros, los romanos segundos y el Nápoles de Rafa Benítez deberá conformarse con una tercera plaza que le sabe a poco después de caer en Parma y cortar de raíz el subidón de la victoria ante la Juve de días antes. Tanto ofuscó a algun tifosso este chasco que el propio presidente napolitano, Aurelio Di Laurentiis, seguramente más contrariado que él, llegó a las manos tras el partido con uno de ellos que criticó al equipo ya fuera del estadio. Los partenopeos aspiraban a ser segundos y asegurarse plaza directa en Champions, donde está el dinero que permita seguir arriba al club, pero la Roma, haciendo bueno el nuevo tatuaje de «pasa la pelota o pasas tú. Juntos no» de Daniele De Rossi en su pierna derecha, queda ya a 12 puntos. Pero más allá de la cabeza en la Serie A, este fin de semana se jugaba el derbi más joven del Calcio, el de Verona, conocido como Derby della Scala en honor a la familia -cuyo símbolo, era, como su apellido, una escalera- que dominó la ciudad de Romeo y Julieta en los siglos XIII y XIV de nuestra era. En la temporada 2001-02 en Italia la Juventus revolucionaba el mercado con la venta de Zinenide Zidane y las llegadas de Lippi, Buffon, Thuram y Nedved, en tanto en Milan Pirlo y Ancelotti iniciaban la última etapa gloriosa del ahora decadente Milan. Pero en un pequeño barrio a las afueras de Verona, un modesto equipo, el Chievo -cuyo nombre latino significa `colina del bosque místico'- se aprestaba a ser la revelación del Calcio, tanto que llegó al derbi de la ciudad ante el Verona siendo líder. Han pasado los años, el hermano mayor Hellas Verona ha mirado muchas veces hacia arriba al novato Chievo, pero ahora las tornas han cambiado. Luca Toni (36 años) decidió con un único gol -su tanto 125 en Serie A- el 0-1 a favor de los mastini del Verona, que ya miran a Europa, lo mismo que el Parma, Torino y la Lazio, que ponen en peligro la Europa League para un Inter que perdió ante el Bologna, precisamente dos clubes que hace 50 años se jugaron el Scudetto en un desempate y después de que el presidente Renato Dall'Ara falleciera en una reunión con Angelo Moratti por un paro cardíaco mientras discutían acaloradamente las condiciones del partido. Son muchos los aspirantes al premio menor de la Europa League, pero pocos los elegidos. Si dos históricos como Inter (5º) y Milan (11º) pugnan por conformarse con ello, qué decir del Manchester United, 7º ahora mismo en la Premier tras su 0-4 a las `urracas' del Newcastle, pero detrás aún de Tottenham que goleó con dos goles de Adebayor y a seis puntos de la revelación del campeonato, el Everton de Roberto Martínez que esta jornada destapó sus cartas europeas al vapulear 3-0 -con gol en propia puerta de un abucheado Mikel Arteta- a un Arsenal en descomposición al que tiene ya a un solo punto en esa cuarta posición que daría acceso a Champions y con un partido menos. «Fue una actuación decepcionante, tenemos que juntarnos y reagruparnos, volver a las cosas básicas, felicidades al Everton», se limitó a asumir un Arsene Wenger que no alineó de inicio a ningún jugador nacional, cosa que ya no extraña en la Liga inglesa. Esta jornada el City solo incluyó a uno de 14, el Manchester United tres de 14 (y ninguna perla: Young, Smalling y Jones) y el Chelsea cuatro de 14 (Cole, Frank Lampard, Terry y Cahill, vamos, nacidos ayer). La Premier League ha dejado de ser de cosa de Manchester y ahora mismo mira a Liverpool. Corría el año 1879, el recién fundado Saint Domingo Football Club abandonaba su nombre, ya que había dejado de estar formado solo por adeptos a la iglesia de Santo Domingo en Liverpool, sino que militaban jugadores de todo el distrito de Everton, nombre que adoptaría desde ese momento. Al ser necesario un campo más grande para reunir a su creciente afición, que aumentaba partido tras partido, se decidió alquilar el estadio de Anfield Road, que fue su recinto local desde 1884 hasta principios de la década siguiente cuando, por un aumento de la renta de 100 a 250 libras al año, la directiva del Everton canceló el contrato y se mudó a Goodison Park, donde ha jugado y juega hasta el día de hoy. El ofendido arrendatario de Anfield, John Houlding, decidió fundar su propio club, que no fue otro que el Liverpool FC. Hoy, los dos clubes de la ribera del Mersey están en boca de todos. Los Toffees están lanzados -por primera vez desde el 1 de enero de 1987, han logrado anotar más de tres goles en cuatro partidos consecutivos de Liga- y ya nadie se acuerda de la venta de su estrella Fellaini al United, pues todas las miradas se fijan en el potente delantero belga Romelu Lukaku -cedido por el Chelsea- que hace estragos en las defensas rivales. Mientras, los Reds siguen líderes autoritarios tras su 1-2 al West Ham, con dos goles desde los once metros de su capitán Steven Gerrard, la primera vez que ganan sin necesidad de Luis Suárez o Sturridge. Unos cuantos datos reflejan la espectacular temporada que están haciendo los de Brendan Rodgers: el Liverpool ha golpeado la madera 25 veces en esta Liga; son ya 23 los partidos consecutivos en los que han logrado ver puerta en la primera parte desde el 2 de noviembre del año pasado; la racha de nueve victorias consecutivas es la más larga desde la lograda por el Manchester United (11) en 2008-09; y, por último, se convierte en el cuarto equipo en la historia que ha marcado más de 90 goles en una temporada de la Premier. Su triunfo sirvió para adelantar al Chelsea de José Mourinho, que había vencido un día antes, mientras que el Manchester City está a cuatro puntos de la cabeza, pero con dos partidos menos. Y precisamente este domingo por la tarde la Premier se detendrá para presenciar un choque que puede decidir un título, en Anfield, cuna del fútbol, Liverpool-City, donde en el caso de ganar los locales pasarían a depender de sí mismos a falta de cuatro partidos para el final, entre ellos otro no menos apasionante Liverpool-Chelsea. El Bayern perdió y es noticia Pero entre una y otra fecha Sheffield, la ciudad que vio nacer al primer equipo de la historia del fútbol hace ya 157 años, recordará uno de los peores episodios en la historia del deporte. El 15 de abril, pero de hace 25 años, Liverpool y Nottingham Forest se citaban para el partido de semifinales de la FA Cup que se iba a disputar en el estadio de Hillsborough. El trágico marcador final fue de 96 víctimas mortales -94 de ellas fallecidas en el acto en las gradas, el túnel o el propio terreno de juego- y cientos de heridos. «Lo vi por televisión y lo escuché por la radio. Estaba totalmente impactado. Me preguntaba si habría allí alguien cercano o conocido... A la mañana siguiente nos enteramos que un miembro de la familia había estado allí y había muerto de forma trágica. Ver el dolor de su madre me ha convertido en el jugador que soy». Las palabras son del hoy capitán red Steven Gerrard, que por aquel entonces contaba 8 años. Su primo se quedó para siempre allí. Esta semana ha donado 96.000 libras para los familiares de aquellos damnificados. No fue culpa de los denostados hooligans del Liverpool, como les acusó el Gobierno de Margaret Thatcher, de ahí la iniciativa ``Justice for the 96'', que al final destapó la verdad. Como relata Diego García Argota en la web futbolbritanico.com, en octubre de 2012 todos supieron que allí no habían muerto hooligans. David Cameron, primer ministro británico, abrió su discurso sobre la reapertura del caso pidiendo perdón a las familias de las víctimas en nombre del Gobierno. Culpando a la Policía, al servicio de ambulancias por falta de liderazgo, mala comunicación, fatal toma de decisiones... Según los informes de médicos forenses, 41 de los 96 fallecidos podrían haber salvado la vida de haber recibido atención adecuada. Confirmó que se habían ocultado pruebas por los cuerpos de seguridad, que se alteraron las pruebas y que 116 de los 164 testimonios habían sido censurados. Explicó que todos los cuerpos fallecidos habían sido, allá por 1989, sometidos a la prueba de alcoholemia, en un intento de agravar las falsas pruebas, pero que al encontrarse con la negativa evidencia de que no había alcohol en su sangre, fueron eliminadas. 23 años de mentiras. Este fin de semana, todos los partidos de la Premier League comenzarán con siete minutos de retraso sobre el horario previsto -a las 14.37 el Liverpool-City-, para marcar el minuto en que se suspendió esa semifinal de FA Cup de 1989. En la Bundesliga, en cambio, lo que se recuerda es la primera derrota en 54 partidos esta campaña del campeón Bayern, 1-0 ante el Augsburg -la primera de Javi Martínez desde que fichó por los de Baviera- con un inédito once con hasta tres juveniles. El Borussia Dortmund, segundo clasificado, se afianza al vencer 2-1 al Wolfsburgo, mientras que el Schalke 04 empató y sigue tercero. Además, ganaron los históricos Stuttgart -cuarto por la cola- y Hamburgo -antepenúltimo-. Este sábado asistiremos también a un atractivo y resacoso -tras sus semifinales en Champions- Dortmund-Bayern con la honra en juego. Como disputado estará el Lyon-PSG de este fin de semana en la Ligue 1, quinto contra primero. Se viene lo bueno.