12 MAY. 2014 Ibiliz Ibili | Jesús Mª Alquézar Monte Kukuarri: en el litoral guipuzcoano, un mirador excepcional Mar y montaña se abrazan en una modesta cadena costera que une San Sebastián con Orio, muy humanizada en las cercanías de la capital, pero que en su extremo occidental conserva un entorno natural variado y hasta desconocido, con una red de senderos que conforman diferentes excursiones muy apropiadas para completar rutas de senderismo, para caminar en solitario (con los silencios, pensamientos y soledades), con amigos y/o en familia con niños. La villa de Orio, con buen criterio y dando ejemplo, ha balizado varios itinerarios y ofrece una preciosa publicación gratuita dentro de su programa turístico y de ocio, complemento al sol, conocido como «Mendi ibilialdiak Orion», que permite, caminando, encontrarse con un escenario brillante descubriendo, además, una pasado rico en historias, desde la pesca de la ballena hasta el pasado industrial. El objetivo que ofrezco para los lectores de «Mendia» es pisar la popular cima de Kukuarri (364 m) un mirador excepcional sobre toda la costa, desde Matxitxako hasta las Landas, las montañas guipuzcoanas del interior y la ría del Oria, con un recorrido fácil, de disfrute y contemplación, espectáculo y fantasía, en circulo, conocido como «Orio-Kukuarri mendi bira». Montañita muy popular entre los caminante de las localidades cercanas y también para los practicantes de la BTT. Desde su cima, en ocasiones, se lanzan también parapentistas, a quienes verlos despegar es un espectáculo sin igual. Nace la travesía en Orio y, siguiendo la calle central «Eusko gudarien kalea», se atraviesa toda la localidad hasta la playa de la Antilla. También puede utilizarse, algo más largo pero más brillante, el paseo peatonal que llega allí, siguiendo la ribera derecha del Oria. Recomiendo el sentido de las agujas del reloj, porque es mas fácil que el sentido contrario. Toda la ruta se encuentra balizada, primero con las bandas rojiblancas del GR 121, las blanquiamarillas de un PR local GI 158 y luego «Kukuarri». Igualmente diferentes paneles, y «mugarris» informan y ayudan al caminante para llevar a buen fin esta emocionante escapada. A la dcha de la playa nace una pista cementada que asciende hasta un primer mirador frente al mar (Aranarri), sobre el estuario del Oria y con los primeros acantilados y calas del océano, donde se transforma en ancho camino carretil que en suave ascenso llega hasta el emblemático caserío «Itxaspe» y su establecimiento rural adjunto. Se abandonan las marcas GR y PR, que siguen sus «caminos» y ahora las señaléticas «Kukuarri» permitirán no dudar al excursionista. Emprenderá aquí la subida por camino paralelo a torres eléctricas dentro de un bosque de coníferas. Como referencia los deportistas superarán una bucólica borda y una rústica fuente con dos caños. El itinerario supera a pie de monte la gran cruz cimera que ya se divisa y se dirige hacia la zona alta hasta el cruce Donostia-Igeldo-Orio hasta el punto (Zelai haundi) desde donde se seguirá hasta la cima por pista recuperada. Sin embargo, a la altura de una gran antena de comunicación situada en el cordal cimero, que rompe el equilibrio natural, el senderista tomará el estrecho y corto atajo de Ariztitxikieta (señalizado en rojo) directo a las cercanías de la cumbre, a la que se llega en cómodo paseo. En ella, un índice geodésico, un buzón, una gran cruz homenaje (año 1949) y la escultura Andra Mari de Oteiza reciben al deportista. Tras el merecido reposo y ejercicio fotográfico obligatorio, toca el regreso en descenso. Desde la cumbe nace un sendero inteligente dirección S/SE, poco concurrido que baja hacia Orio, por la vertiente N/S, con grandes lazos. Entre bosques y prados alcanza la calzada del «Camino de Santiago» donde será raro no encontrar algún peregrino. Tras el caserío Andu, (PR GI 158) el camino conduce al excursionista hasta la autopista A8, cruza el túnel Txanka, asciende hasta la ermita de San Martin de Tours y enfila hacia la villa por el casco histórico y medieval (Kale Nagusia), para por la impresionante iglesia de San Nicolás de Bari (visita), llegar al coqueto puerto pesquero, donde se cierra el bucle, tras una recordada excursión.