02 JUN. 2014 Giro de Italia La primera grande del Movistar Quintana logró la decimotercera gran vuelta del equipo navarro y el estreno en lo alto del podio de su sponsor. Mezgec ganó en Trieste. Joseba ITURRIA Nairo Quintana dio ayer en Trieste la primera gran vuelta al Movistar al proclamarse ganador de un Giro que ha confirmado lo que adelantó en el último Tour, que es la principal alternativa a los hombres que ya han ganado la ronda francesa. El de Nairo Quintana es el tercer Giro conseguido por la estructura navarra guiada por Etxabarri y Unzue después de los dos conseguidos por Miguel Indurain en 1992 y 1993. Además ha ganado siete Tours -cinco con el navarro (1991-95), uno con Pedro Delgado (1988) y otro con Óscar Pereiro (2006)- y las tres Vueltas de Pedro Delgado (1989), Abraham Olano (1998) y Alejandro Valverde (2009). Son trece grandes vueltas que convierten a la estructura navarra en la más laureada de la historia del ciclismo, pero ninguna de las doce anteriores las había conseguido con Movistar como patrocinador. Para darle su primera grande, Unzue apostó por dejar al colombiano sin la presión de presentarse en julio como principal rival de Froome en el Tour y por darle la opción de ganar el Giro y Vuelta con rivales de menor entidad. Tras lo visto en carreteras italianas, será el favorito también en setiembre para lograr el doblete. La desgracia, su mayor rival El mérito de Nairo Quintana es mayor por haber conseguido su victoria tras superar todo tipo de problemas en la primera mitad del Giro, en la que estuvo mermado por las caídas y por un catarro fuerte que le hizo correr varias etapas con fiebre. La desgracia ha sido el mayor rival del colombiano porque, una vez quedó fuera de carrera el que se presentaba como su principal adversario, Joaquim Rodríguez, cuando ha recuperado su condición física ha sido muy superior a los demás corredores, que no llegaron ni a atacarle. En esas condiciones y con una climatología adversa, fue de menos a más, se aprovechó del ataque de Rolland en el controvertido descenso del Stelvio, en el que incluso pensó en abandonar, y demostró en las últimas etapas dolomíticas que era el más fuerte. No necesitó el minuto ganado en el desconcierto para alzarse con la victoria. Nairo Quintana ganó su primera grande y el primer Giro para Colombia, que no será el último porque ha demostrado que es un ciclista llamado a partir como favorito en las grandes vueltas en los próximos años. Su juventud, su resistencia para aguantar las tres semanas, su condición de escalador y su mejoría en la contrarreloj le avalan. Ha sido el Giro del relevo generacional. Todos los corredores que se presentaban en la salida con victorias en grandes vueltas en su palmarés -Cunego, Basso, Evans y Scarponi- no han podido con los jóvenes. Solo el australiano estuvo en la pelea por un buen puesto en la general, pero la edad no perdona y, a pesar de su pundonor, ha ido de más a menos en una tendencia que comenzó tras tocar techo al ganar el Tour de 2011. Nairo Quintana, a sus 24 años, ganó, pero la gran revelación del Giro ha sido con sus 23 Fabio Aru. Tras trabajar para el triunfo de Nibali el año pasado, el sardo aprovechó la apuesta de su líder por el Tour y el declive de Scarponi. Tuvo libertad para disputar la general y ha ido de menos a más para acompañar en el podio final al de Movistar y a Urán, que repitió el segundo puesto del año pasado. No solo han sido Quintana y Aru. También ha presentado su candidatura para optar a las generales de las grandes Sebastián Henao, que a sus 20 años ha sido uno de los corredores que mejor ha terminado y que puede tener en el futuro la oportunidad de liderar al Sky en las grandes vueltas que no dispute Froome... si el inglés no le reclama para ponerse a su servicio. Para Mezgec la última Ha sido un Giro sin emoción porque ha seguido el guión previsto. Nairo Quintana era el gran favorito y confirmó el pronóstico sin que nadie le atacara en la última semana. Pero no solo ha sido el final. Desde el inicio se ha cumplido el guión que se podía esperar. Eso ha provocado que el Giro no haya tenido emoción ni interés. Apenas ha habido ataques entre los favoritos y las victorias han estado muy poco repartidas. Luca Mezgec ganó ayer en el último sprint la tercera etapa para el Giant, las mismas que lograron FDJ, el Orica y el sorprendente Bardiani. Lampre, Saxo Bank y Movistar sumaron dos y Astana y Trek una. También esos equipos y esos corredores acapararon todos los maillots -Movistar el rosa y el blanco con Quintana-, FDJ el rojo con Bouhanni y el Trek el azul con Arredondo. Ag2r ganó por equipos y, de los 22 equipos participantes, 12 no ganaron ninguna etapa ni tuvieron presencia en el podio final de Trieste. Los vascos, convertidos en gregarios La primera gran vuelta sin Euskaltel ha dejado en evidencia el nuevo rol de los ciclistas vascos en la élite. A pesar de su nivel, Igor Antón, Gorka Izagirre, Jonathan Castroviejo, Romain Sicard y Mikel Landa no han tenido un protagonismo mayor porque su principal misión ha sido la de acompañar a sus líderes, que han acabado entre los cuatro primeros de la general. Los vascos del Movistar sufrieron en la primera semana, como Quintana, porque se vieron involucrados en caídas. Pero en la etapa clave estuvieron con su líder en Gavia y Stelvio y Gorka Izagirre lo lanzó en el descenso que revolucionó la carrera. Una vez conseguida la maglia rosa, el Movistar ha respondido bien con papel destacado de Antón y Castroviejo. Sicard también ha sido el mejor apoyo de Rolland para endurecer la carrera y lo lanzó en el descenso del Stelvio y esa etapa confirmó a Landa como la mayor ayuda para Aru. También Samuel Sánchez ha pasado a ser gregario de Evans, como lo será Nieve en el Tour para Froome. Es una pena, que corredores de gran nivel que podían brillar en un equipo vasco se limiten a ser gregarios. Joseba ITURRIA