08 JUL. 2014 UDATE | IRUÑEKO SANFERMINAK San Fermín Zinegotzi VS Karabinagre NUETRO QUERIDO «MORENICO» (Zinegotzi) Nadie es más amado en esta tierra que su santo patrón «morenico», que junto a San Francisco Javier nos guía a los navarros no solo en el encierro, sino en el buen camino del catolicismo, única religión verdadera. Reconozco que es verlo procesionar con ese manto color vino y no caber en mí de gozo. Tal fervor se me despierta dentro, que hasta se me dilata el cabezón de cartón piedra. También me gusta ver tras la figura y tras máximos representantes de nuestra santa madre iglesia a los concejales del Ayuntamiento, tan peripuestos ellos, con sus chaqués, medallones y sombreros de copa. El malasangre que escribe al otro lado de la foto seguro que echa espuma por las letras, pero ese es el orden llamado a ser: primero el cabildo, garantizando y velando por la moral de la capital navarra, y luego los electos, que son los que han de adoptar cuantas normas sean precisas para que las leyes de Dios se cumplan en la ciudad. Y junto a ellos, los hombres de la Ley apartando con sus pinchos a la chusma pagana, esos que niegan que el destino de Navarra no es el de formar parte de la nación española, a su vez Una, Grande y Libre. ¿Y qué me decís de su gorro nuevo, que estrena este año? Nuestro patrón parece recién salido del ebanista. ¿Que no lo habéis visto? Pues el año que viene, todos a misa. FUEGO AL MUÑECO Y BUENA PARRILLADA (Karabinagre) Rediós que meapilas me ha salido el compañero de comparsa. Cada día tengo más claro de qué grupo municipal ha salido este zinegotzi cabezón. Pongamos sentido común. San Fermín es un timo, una mascarada para agarrarse unos ciegazos de aúpa y así resarcirse un poco del puritanismo iruindarra, porque pecar en esta ciudad es un puñetero milagro. Esto que acabo de decir es más triste que la vida sexual de un numerario, pero también más cierto que el Evangelio. Siendo serios, de San Fermín no se acuerda ni Cristo bendito, porque aquí el momento que todo Dios espera es el patapún del cohete para soplar lo que no está escrito. Voy a ser bueno y no voy a criticar al cabildo cardenalicio por sacar en andas al tocho de madera para intentar llenar una misa dentro de la catedral. Desde que llegó la Ciencia todo sistema mítico de creencias estaba condenado a sucumbir y ellos hacen lo que pueden desde que se les acabó el chollo de Paco el Medallas. No obstante, a las fiestas de Iruñea les pega bastante más alabar a la bota de vino o rendir culto al huevo frito. Dicho esto, lo lógico sería dejarse de hostias consagradas, vender la mitra a la chatarra y comprar unos chistorros. Si de mí dependiera, ya mismo le daba fuego al muñe- co y sacaba brasa para una buena parrillada. Y a San Fermín, que le den por el Riau-riau.