Se sabía que Javad Nekounam había rechazado otras suculentas propuestas -se habló en su presentación de una oferta hasta seis veces superior a la que le va a pagar Osasuna- por regresar a la entidad rojilla, pero no que había una contraprestación a dicha deferencia. El futbolista iraní, cuando acabe su trayectoria como jugador, pasará a formar parte de la estructura técnica del club, tal y como reveló Javier Zabaleta, uno de los portavoces de la actual gestora.

«Hay muchos jugadores que, por su trayectoria, nos gustaría hubiesen seguido en Osasuna en diferentes tareas, pero la dedicación al fútbol les lleva a estar un tanto cansados o a haber perdido una parte de la relación familiar que, al retirarse, quieren recuperar. Por eso nos satisface que un futbolista como Nekounam se haya mostrado proclive a formar parte de la estructura de Tajonar o de otro apartado en el que le podamos necesitar», indicó Zabaleta.

La segunda puesta de largo del pivote asiático como rojillo estuvo marcada por una inusitada expectación -algo más de 300 aficionados se dieron cita en El Sadar-, correspondida con palabras de halago del futbolista. «Osasuna es mi familia y mi casa, pienso que Nekounam es de Pamplona. Hace dos años que quise volver, pero no me dejaron, siempre he tenido a Osasuna en el corazón», indicó.

A punto de cumplir los 34 años, regresa a un club en una situación deportiva muy diferente al que dejó. «Vi los últimos diez minutos frente al Betis y fue muy doloroso, pero aunque tenemos un camino duro por delante, vamos a intentar subir porque es necesario ser ambiciosos y tener motivación», exhortó.

También se va a encontrar un vestuario muy cambiado, con savia nueva de la cantera y poca experiencia en la categoría. «Como capitán de la selección de Irán, trabajo con muchos jugadores jóvenes y es algo que me gusta, porque te da ilusión para entrenar cada partido y cada minuto», explicó.

Oriol: «No he sido valorado»

Si por la tarde se presentó Nekounam, por la mañana fue la despedida de Joan Oriol, un futbolista que se marcha de la disciplina rojilla con cierta amargura porque «no me he sentido valorado ni he podido demostrar que era un jugador válido», no sin reconocer que «tengo que hacer autocrítica y asumir que no empecé con buen pie, el equipo tampoco y creo que fui pagador de la situación».

El lateral, que se incorpora al Blackpool de la segunda división inglesa tras rechazar ofertas del Eibar y Córdoba, no ocultó que «es triste irte y dejar al club en Segunda, pero mi fichaje es bueno deportivamente para mí y económicamente para Osasuna». Sin embargo, el futbolista no ha perdonado nada de lo que se le adeudaba.