23 AGO. 2014 Crisis deportiva e institucional Redescubrirse para iniciar un nuevo ciclo con garantía de éxito De la mano de Jan Urban, la escuadra rojilla debe olvidar su reciente pasado y centrarse en una etapa en la que la austeridad y la cantera van a ser parte importante para intentar a medio plazo el retorno a la máxima categoría. Natxo MATXIN Tras catorce temporadas consecutivas en Primera, Osasuna está inmerso ahora mismo en una profunda crisis deportiva e institucional. El descenso a Segunda desnudó todas las vergüenzas de la entidad rojilla en lo que a su situación financiera se refiere, y ello se ha visto reflejado en la composición de una plantilla muy justa y que, como consecuencia positiva e ineludible, va a tener que mirar hacia la cantera para completarla. Empujados por la necesidad de motivar a una parroquia algo alicaída por los acontecimientos veraniegos, los actuales gestores del club navarro han vendido el retorno a la máxima categoría como la principal aspiración del equipo, sin que realmente haya razones objetivas para pensar en conseguirlo. Antes de optar a un ascenso, la escuadra encarnada tendrá que resituarse en la categoría y poner los primeros ladrillos de un nuevo bloque, una tarea que seguramente llevará cierto tiempo construir. Prácticamente desmantelado el plantel que descendió y, en especial, viendo con impotencia e incluso favoreciendo la salida de los hombres de más calidad por la paupérrima condición económica, la única opción que le ha quedado al club es tratar de cauterizar alguna de esas heridas con el regreso de veteranos futbolistas que ya militaron en el conjunto rojillo. El iraní Javad Nekounam ha encabezado ese regreso de los hijos pródigos osasunistas, convirtiéndose en un auténtico reclamo para la afición, huérfana de líderes tras la retirada de Patxi Puñal. A sus 34 años, está por ver si el pivote asiático consigue no solo acaudillar esta nueva fase, sino incluso alcanzar un nivel deportivo cercano al que mostró en su anterior etapa con la elástica del cuadro navarro. Javier Flaño y Roberto Santamaría completan la nómina de jugadores que en su momento eligieron continuar su trayectoria deportiva lejos de Iruñea y que ahora han regresado, amén de los repescados Nino y Echaide que, de haber continuado el equipo en Primera, a buen seguro ya no estarían en Tajonar. Cantera obligatoria Los límites impuestos por la LFP en cuanto al gasto en concepto de plantilla, junto a que todavía no se haya materializado la salida de alguno de los salarios más elevados -Silva, De las Cuevas y Sisi- van a provocar que el inicio de la Liga atropelle a un vestuario que no está finiquitado en cuanto a sus componentes definitivos. El capítulo de altas y bajas no parece que se vaya a concretar hasta las últimas fechas del mercado veraniego, con todo el hándicap que ello supone para que el grupo empiece a ofrecer su verdadera cara. Dado que Osasuna va a disponer de un tope de 18 fichas profesionales en una temporada de tan larga duración, lo que aporte la joven savia de la cantera influirá de manera notable en la eficacia de dicho rendimiento. Jose García y Maikel Mesa, habituales en los entrenamientos de la primera plantilla de la pasada campaña, deberán dar un paso al frente para ganarse el puesto. Los talentosos Mikel Merino y Kike Barja, ambos todavía en edad juvenil, pueden ser una agradable sorpresa. A ellos hay que sumar los defensas Unai y David García, y el eléctrico Álex Berenguer. Más de uno va a disponer de los suficientes minutos como para convencer a Jan Urban, y convencerse a sí mismos, de que su futuro profesional está en el mundo del fútbol. Con las elecciones a la vuelta de la esquina Las disensiones dentro de la junta gestora que dirige el destino de Osasuna desde mediados de junio pasado componen un capítulo más dentro de la azarosa historia que le está tocando vivir al club rojillo en los últimos meses. La cercanía de las elecciones -se celebrarán el tercer fin de semana de septiembre coincidiendo con la visita del Mallorca a El Sadar- ha abierto la caja de Pandora a cuenta de los posibles candidatos a ocupar el sillón presidencial. Dos de los miembros de dicha junta gestora -Luis Ibero y Marino Zulet- ya han anunciado públicamente que se postularán en una candidatura que iría encabezada por Iñigo Huarte, cuya gestión como director general de Recursos Educativos del Gobierno de UPN ha sido muy cuestionada por algunos organismos que trabajan en pro de la escuela pública, y que estuvo inmerso en una polémica con la diputada Uxue Barkos a cuenta de unos tweets que hacían referencia a la salud de la representante de Geroa Bai, lo que derivó en una denuncia judicial por parte de esta última. Por su parte, Javier Zabaleta, otro de los hombres fuertes de dicha gestora, acusado de ser «presidencialista» desde algunos sectores, ha declinado la invitación para formar parte de dicha candidatura, habiéndose iniciado un rifirrafe de declaraciones entre unos y otros que no han beneficiado a la unidad del entorno rojillo. El próximo 4 de septiembre se conocerán cuántas candidaturas se presentan a los comicios rojillos, y si Zabaleta forma parte de alguna de ellas. Como siempre, la afición acaba respondiendo La afición sigue siendo el activo más importante de Osasuna y volvió a demostrarlo en la campaña de renovación de abonos. Pese a que el equipo ha bajado a Segunda, prácticamente sigue siendo parecido el número de socios a los que había en Primera, superando la cifra de los 12.000 aficionados. Cambios en el entramado técnico del club Además de la llegada de Jan Urban y Kibu Vicuña, también ha habido otros cambios en el organigrama técnico. Así, Javier Vicuña, que llevaba un buen número de años entrenando a los porteros del primer equipo, ha dejado el testigo a Sanzol. Nekounam. Dos años después de dejar la disciplina rojilla, Nekounam ha regresado a Iruñea en una operación que va más allá de lo deportivo, ya que continuará en el staff técnico cuando concluya su carrera como futbolista.