Aunque la asamblea del lunes todavía seguirá coleando durante los próximos días, el primer equipo de Osasuna volvió ayer al trabajo con la firme intención de centrarse única y exclusivamente en el partido del próximo domingo a las 12.00 contra el Mallorca. Así lo verbalizó Asier Riego, quien parece haberse afianzado por fin como el portero titular de los rojillos.

«Ganar en casa te da mucha seguridad, pero se está viendo que le está costando a la gente -hubo solo una victoria local en la pasada jornada-. Pero intentaremos hacernos fuertes en nuestra casa, aprovechando que tenemos una gran afición», se conjuraba el guardameta de Deba, quien ha completado los cuatro partidos de Liga disputados hasta el momento.

Una victoria que haría mucho mejor el puntito logrado el sábado pasado ante el Llagostera, un recién ascendido al que los rojillos visitaron con mucho respeto. «Íbamos mentalizados de que iba a ser un partido difícil. De que no iba a ser fácil ganar, que tendríamos que competir muy bien, muchas jugadas de estrategia... Defender muy bien y aprovechar nosotros alguna. Ellos supieron hacer su partido, pararon mucho el juego, no nos dejaron tener fluidez en el juego, y el árbitro tampoco dejaba jugar demasiado», analizaba el guipuzcoano.

«Paso a paso»

En el apartado personal, Riesgo admitía que «me encuentro bien y según van pasando los partidos las sensaciones son mejores. Intento ayudar y aportar todo lo que puedo al equipo para sacar cada partido adelante», explicaba, aunque quiso poner el aspecto colectivo por delante: «Intentaremos entrenar bien, prepararnos bien para un partido que tenemos que ganar si queremos dar un pasito más. El objetivo es intentar seguir mejorando y creciendo».

Una mejoría que debe llegar «paso a paso», según Riesgo. «Noté mucha ilusión en la pretemporada por la renovación que ha habido. Se hicieron buenos partidos y se crearon expectativas. Pero la Segunda es muy competitiva. Hay que seguir trabajando porque tenemos mucho margen para ello y queda mucho tiempo», añadía.