Menos puntos y acierto que juego

REAL SOCIEDAD 1

VALENCIA CLUB DE FÚTBOL 1

Por segundo partido consecutivo en Anoeta, la Real no pudo traducir en el marcador su superioridad en el juego y su mayor número de ocasiones y no logró pasar del empate en su enfrentamiento ante un Valencia que llegaba como líder tras sumar cuatro partidos consecutivos y fue inferior a la Real.

El problema de ayer fue el mismo del partido con el Almería. La Real no tuvo acierto en el remate en las ocasiones que fabricó, se encontró con un portero en estado de gracia, desperdició infinidad de jugadas a balón parado y bastó un error defensivo para que el Valencia se pusiera por delante en la única oportunidad que fue capaz de crear en los primeros 72 minutos.

Y todavía Zubikarai tuvo que demostrar sus grandes reflejos bajo palos para realizar un paradón que fue anulada por fuera de juego en uno de los pocos saques de esquina que llegó a sacar el Valencia. La Real tuvo 18 remates por solo siete del Valencia, como siete días antes remató en 22 ocasiones por 13 del Almería y solo ha sacado un punto de los nueve disputados esta semana.

Y es que de los 40 remates solo once han ido entre los tres palos y el gol de ayer ni tan siquiera fue un disparo porque Sergio Canales buscó el centro con la fortuna de que el balón, sin llegar a tocarlo Agirretxe, entró en la portería de Nuno.

Falta acierto para concretar la cantidad de ocasiones que llega a fabricar la Real, aunque muchos de los remates de ayer fueron desde fuera del área y en situaciones laterales. Por contra, el Valencia remató en su gol desde el centro del área a placer.

El juego ofensivo de la Real está bien, sobre todo en estos dos partidos en los que la Real ha vuelto a la forma de jugar que le dio el éxito con Vela en la derecha y Xabi Prieto por el centro, pero faltan los goles que otros años marcaban el mexicano y Griezmann. Y las características ofensivas de los jugadores realistas provocan fallos en defensa como el que permite al Valencia adelantarse en el marcador en su primer llegada como hizo el Almería siete días antes.

Una historia repetida

Como ante los almerienses, la Real estuvo muy bien en el primer tiempo. Llevó la iniciativa en el juego, tuvo más posesión, creó cinco ocasiones y solo pudo marcar en la última en un centrochut de Canales que Agirretxe acudió a rematar y el balón entró en la portería de un Diego Alves que hasta ese instante se había lucido en un zurdazo de Carlos Vela y en dos remates de Agirretxe.

Además Iñigo Martínez pudo adelantar a la Real en la única de las doce jugadas a balón parado en las cercanías del área valencianista -siete corners y cinco faltas- que los blanquiazules sacaron bien en el primer tiempo. El central cabeceó en el segundo palo, superó a Diego Alves y un defensa sacó el balón quizás desde dentro de la portería. La polémica quedó anulada porque en la continuación de la jugada llegó el empate.

Porque la Real por sexto partido consecutivo de Liga comenzó por detrás en el marcador en la primera ocasión que creó el Valencia. Fue una acción mal defendida por toda la defensa porque De la Bella no siguió a Rodrigo, el pivote izquierdo, Zurutuza, no llegó a cerrar, Alcácer ganó la espalda a Elustondo sin que Zaldua acudiera a cerrar por detrás ni siguiera a Carles Gil, que marcó porque Iñigo Martínez siguió el balón en lugar de proteger la zona en la que fusiló el goleador a Zubikarai.

Mientras cada vez que recibía Vela se encontraba con tres o cuatro jugadores naranjas dispuestos a frenarlo de cualquier manera, la Real dejó realizar esa jugada a placer. El árbitro facilitó el trabajo destructivo del Valencia al no señalar muchas faltas a favor de los realistas y la nulidad de los lanzadores a balón parado les permitió cortar los ataques sin preocupación. Y es que cuando saca un corner la Real casi corre más peligro que el equipo que lo defiende.

Hasta el 0-1, el Valencia solo inquietó en uno de los saques de esquina que sacó mal Canales y derivó en una contra que murió sin llegar a ser rematada en el área blanquiazul.

Unos cambios decisivos

La segunda parte el Valencia cambió de sistema y reforzó la faceta defensiva con un segundo pivote, Filipe Augusto, en ayuda de Javi Fuego para responder a los problemas que generaba la fluidez del juego de ataque realista por la derecha, donde Vela, Xabi Prieto y Zaldua se entendían a la perfección.

Ese cambio provocó que la Real llegara con menos peligro en la segunda mitad hasta que el partido cambió en los últimos minutos con las sustituciones que se vio obligado a realizar Jagoba Arrasate. David Zurutuza acusó las dos semanas que llevaba sin competir y la intensidad con la que juega en todas sus acciones y, tras perder dos pases fáciles, el técnico entendió que era el momento de sustituirlo y prefirió la opción de Granero a la de Pardo.

Además Gorka Elustondo, con el que Arrasate busca una buena salida de balón por el flanco derecho del ataque realista, cayó mal en una de las múltiples faltas de los jugadores valencianistas y tuvo que ser reemplazado por Mikel González.

Esta sustitución dejó a Arrasate con un solo cambio y prefirió dar entrada a Finnbogason en lugar de Agirretxe que a Chory Castro en sustitución de Canales. El finlandés no acertó en la primera opción que se le presentó nada más salir, Granero no aporta lo que da al equipo Zurutuza y eso y el cansancio motivó que el Valencia acabara mejor el partido y llegara al área de Zubikarai en el último cuarto de hora como no lo había hecho hasta entonces.

Pese a todo y a la gran intervención de Zubikarai, la Real volvió a tener las dos mejores oportunidades de los últimos minutos en la enésima combinación por la banda derecha que Canales remató de volea y Mustafi desvió a un corner en el que Granero cabeceó fuera en una clara situación.

Fue una pena porque hasta cuando peor estuvo la Real tuvo las mejores ocasiones, pero el fútbol consiste en acertar en las dos áreas y, si no lo haces, no sumas victorias.