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«Loreak» es una obra que emociona y deja un gran poso

Fue la mejor película de la sección Oficial en Donostia, lo que venía a completar lo que ya en sí mismo era un hito histórico, al tratarse de la primera producción hecha en Euskal Herria y hablada totalmente en euskara que entraba a competición, dejando una honda impresión.


Por lo general se me suelen olvidar las críticas de las películas que escribo, porque de retenerlas todas mentalmente me volvería loco. Pero la que hice con motivo de la presentación de «Loreak» en Donostia se me ha quedado grabada, igual que se te quedan pegadas o tatuadas en la piel esas películas que te han emocionado de manera muy especial. Y al ver el segundo largometraje de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga recobré sensaciones perdidas de ese cine que deja huella y te influye para los restos.

Hice referencias puntuales a Rosales, Bergman y Truffaut. De las que soy muy consciente y sobre las que sigo pensando de la misma manera. Nunca había visto el tema de la fragilidad de la memoria emocional tratado con tanta sensibilidad desde que descubriera «La chambre verte», considerada como la creación que mejor ilustra el tema de la relación con el ser amado que ya no está.

Flores en la carretera

Creo que Garaño y Goenaga dieron con la clave al encontrar la imagen que mejor resume el modo en que la muerte condiciona los sentimientos, sometiéndolos a la reválida del tiempo. Y, de hecho, la película inicialmente se iba a titular «Loreak errepidean», porque todos al ver ramos de flores depositados en las cunetas nos hemos preguntado sobre su verdadero sentido. Es en teoría una forma de olvidar a los seres queridos que murieron accidentados, aunque también puede ser tomado como una señal de advertencia, que te hace levantar el pie del acelerador, mientras pasan rápidamente por tu mente imágenes de los seres queridos con los que no quieres perder el contacto.

En principio, si no me equivoco, se rodaron escenas de una excavaciones y unos restos encontrados en las obras donde trabaja el fallecido. Pero en el montaje final no aparece dicha conexión con el tema de la memoria histórica, decantándose todo el desarrollo con acierto por la vertiente sensible.