22 NOV. 2014 Desde la grada | Athletic Sí que hay imprescindibles Joseba VIVANCO Aritz Aduriz sostuvo en la previa del partido que «nadie es imprescindible» cuando se le cuestionó por esa `Adurizdependencia' que sostiene al equipo en la faceta ofensiva, sobre todo este curso hasta la fecha tan rácano en goles bilbainos. Su contestación fue algo así como preguntar a un jugador si confía en su técnico y la respuesta se sabe que será la políticamente correcta. Pero no solo su aportación arriba, sino sus números goleadores revelan que el donostiarra sí es imprescindible. Y no solo en este primer tercio de campaña. Aritz tiene en su trayectoria rojiblanca un promedio de 0,35 goles por partido. Esa media anotadora es la misma que firmó Llorente en sus 9 años de león, es mejor que la cosechada por los últimos arietes como Urzaiz (0,31), Ziganda (0,31), Sarabia (0,31), Julio Salinas (0,28), Sarriugarte (0,22) o Endika (0,14), y solo algo por debajo de la de Peio Uralde (0,36) y muy lejos de la rubricada por el `ratonero' Dani (0,50). Pero la importancia del `20' rojiblanco se redobla si nos fijamos en la media goleadora de quienes le acompañan arriba y deberían aportar mucho más en la faceta anotadora del equipo. Muniain, Ibai Gómez y Susaeta tienen una media vistiendo la camiseta rojiblanca de 0,14 goles por partido, De Marcos de 0,12, la misma que por ejemplo Toquero. Si nos fijamos en anteriores jugadores que aportaban goles, tenemos que Julen Guerrero firmó un promedio de 0,27 dianas por encuentro, Ezquerro de 0,23, Joseba Etxeberria de 0,20, Estanis Argote de 0,18, Fran Yeste de 0,17, Gaizka Garitano de 0,15, Gabilondo de 0,14, Urtubi de 0,13, Ritxi Mendiguren de 0,10, incluso el actual técnico Ernesto Valverde selló un 0,27 de media. Como se observa, la mayoría por encima de los actuales leones que arropan a Aduriz. Se puede deducir que el actual equipo tiene un problema de gol en sus hombres de ataque más crónico que coyuntural, más allá de que ayer pareciera que a uno le entra todo, incluso a Iturraspe su chutazo lejano. Pero lo dicho, sí hay imprescindibles. Uno, Aduriz.