02 DIC. 2014 Lucio Urtubia, vivir la utopía y difundirla entre la juventud Reflexiones, experiencias y consejos a la juventud para que transforme la sociedad son los ingredientes que componen «Mi utopía vivida», el nuevo libro del anarquista navarro Lucio Urtubia. Una obra en la que este infatigable luchador anima a construir un mundo justo. Pello GUERRA IRUÑEA «Ni yo mismo me creo lo que he vivido y lo que estoy viviendo». Así de contundente y sincero se mostraba ayer en Iruñea Lucio Urtubia al presentar su nueva obra, «Mi utopía vivida», editada por Txalaparta y que viene a completar un libro autobiográfico anterior del anarquista cascantino: «La Revolución por el tejado». En este nuevo trabajo, el octogenario Urtubia analiza más episodios de su agitada vida desde que en 1931 vino al mundo en la localidad navarra de Cascante, en un ambiente dominado por «las injusticias, el hambre y los crímenes». Curiosamente ese entorno duro y hostil fue lo primero que hizo de él la persona que es hoy en día, ya que «mi riqueza fue la pobreza, porque gracias a ella no tuve que hacer un esfuerzo para perder el respeto a lo establecido». Bajo la premisa de sobrevivir, no tuvo ningún empacho en apropiarse de material del Ejército mientras estaba haciendo la mili. La tentación fue demasiado fuerte para alguien que «no había tenido una camisa. Veo allá miles y empiezo a robar. Algunos podían pensar que era robar a la patria, pero, ¿qué cojones de patria, si solo había vivido injusticias?». Tras desertar, se refugió en París, donde entraría en contacto con exiliados anarquistas, con los que se formaría intelectualmente, ya que la educación que había recibido del maestro de su pueblo y de las monjas carmelitas «no valía para nada, así que era un ignorante. En Cascante solo había leído la hoja parroquial». En la capital gala, «esos anarquistas que encontré me educaron. Me traían libros anarquistas, prensa libertaria y a través de ellos llegué a conocer a personas como Albert Camus o André Bretón». Siguiendo los ideales de esos compañeros de vida en París, dio el paso de atracar bancos, imprimir y distribuir propaganda obrera y anarquista, e incluso poner de rodillas al First National Bank, al inundar el mercado internacional de cheques de viaje falsificados. Sus andanzas alcanzaron tal renombre que es un personaje conocido a nivel mundial y sobre su ajetreada y aventurera vida se han escrito libros, se han rodado películas e incluso se representan obras de teatro. Una muestra del predicamento que tiene Urtubia es que ya se está preparando una traducción al italiano del libro que ayer mismo estaba presentando en Iruñea. La hora de la juventud Con el bagaje de toda una vida luchando por un mundo más justo e igualitario, Lucio Urtubia también incorpora en su nuevo libro algunas reflexiones, en las que otorga un papel primordial a la juventud. Como señala con vehemencia, «la juventud tiene que decidirse a hacer. Hay que hacer, porque si no hacemos, terminamos e incluso haciendo no sabemos el resultado que vamos a conseguir. Creemos que todo está perdido, pero veo jóvenes que se ocupan. No toda la juventud está estropeada, lo que ocurre es que no recibe ningún apoyo, por ejemplo desde los medios de comunicación, porque hay muchas idioteces en la tele. Hay que comprometer a la juventud para que sea ella la que participe, la que cambie la situación política y no esos jerifaltes que están en ministerios y gobiernos, y a los que tenemos que expulsar, porque no saben hacer nada. Unos gobiernos que no sé si no hacen las cosas bien porque no saben o porque no quieren». Urtubia considera fundamental que la ciudadanía esté constantemente activa, haciendo cosas, porque «si no se hace nada, no se es nada. Entre todos podemos cambiar la sociedad, pero para eso hay que trabajar y ser generoso». Esa ha sido, y es, su filosofía de vida, ya que «siempre hago apología del trabajo, porque para saber hay que trabajar. Yo no soy más inteligente que nadie, pero he tenido suerte y he hecho lo que he querido, he vivido la utopía. Y he robado, pero robar no es nada si se utiliza bien, si se emplea para ayudar a los demás. ¡Qué placer es compartir!», dijo. Unos ideales libertarios y anarquistas «que son más necesarios que nunca, porque la gente llega al gobierno, se estropea y cae en la imbecilidad». Llamamiento en favor de los presos Antes de iniciar la presentación de su nuevo libro ante los medios de comunicación congregados, Lucio Urtubia cumplió con una promesa que había realizado en París antes de regresar a Hego Euskal Herria. Según desveló el anarquista cascantino, entre las muchas personas que se acercan a su hogar a saludarle, figuran personas vinculadas a los presos políticos vascos y estas le animaron a aprovechar la difusión de su nuevo libro «para que diga unas palabras sobre los presos que están enfermos y que ya deberían estar fuera, y sobre el tema de concentrar a los presos». Urtubia recordó que «en Iparralde y Francia se ha aplicado una ley en varios casos de personas que están enfermas y que tienen que estar fuera de la cárcel para curarse y en el caso de personas que ya tienen una edad». El escritor destacó que excarcelar a presos enfermos y poner fin a la dispersión «son cosas que se pueden hacer sin ningún problema. Los gobiernos tienen fácil ayudar a los presos y los que lo hagan se ganarán la simpatía, porque cuanto más das, más recibes y eso lo tenemos que transmitir todos», afirmó. P. G. SOCIEDAD ACTIVA. El anarquista navarro considera fundamental que la ciudadanía esté constantemente activa, porque «si no se hace nada, no se es nada. Entre todos podemos cambiar la sociedad, pero para eso hay que trabajar y ser generosos».