09 DIC. 2014 DESDE LA GRADA La lógica del Athletic Joseba VIVANCO Vaya por delante que ni remotamente pienso que el Athletic que veremos mañana en Champions se parecerá de salida al desalmado ante el Córdoba. El equipo, incluido su entrenador, se juega más que un pase europeo. Perder y jugando mal, como diría Pacho Maturana, es una doble derrota. Y tras lo de la semana pasada -no olvidar Alcoi-, la herida sería muy difícil de suturar. Hacerlo peor que el sábado es imposible -igualarlo sí, ahí está el Granada-, y aún así uno no puede sino preguntarse cómo es posible que más allá de que en punta debutara un veinteañero, o de que Viguera se volviera a perder en banda, o que Iturraspe cometiera «el error» -sin ellos el partido perfecto sería un 0-0-, no ya uno, ni dos, ni tres jugadores sino un equipo al completo salte al césped con la desgana con la que lo hizo. Y no solo hablamos de una total descoordinación en la presión al rival después de varios partidos con el puntillo ya cogido, ni de una total desconexión entre líneas, sino de una sonrojante falta de sinergia entre los propios jugadores, donde cada cual iba a lo suyo y un equipo resultón, colista, les pintó la cara. Como tampoco ayudó el regreso al Valverde ajedrecista, ese que mueve piezas aquí y allá, el peón Viguera, el alfil De Marcos... al punto que sigo preguntándome ¿cómo habiendo sacado 14 córners, un Mikel San José en estado de gracia se pasó el partido en el banquillo? ¡Ah! ¿Que había salido Kike Sola? Ya, sí, y la abuela fuma. ¿O cómo Iraola sigue sin ser titular en San Mamés? `No Andoni, no play'. A veces, como la noche, Valverde nos confunde. O a lo mejor es el resto el que está confundido, porque al fin y al cabo esto es fútbol, lo más alejado a cualquier tipo de lógica... aunque siga sin ver lógico lo sucedido ante el Córdoba.