11 DIC. 2014 Fenómenos de juventud: de Bittor Aiape y June a Altxatu No fenómenos porque sean sucesos extraordinarios, del cosmos, tampoco porque vayan a ser los primeros seleccionados para pisar Marte, pero sí lo son porque con una edad inhabitual comenzaron no solo a actuar, sino a grabar canciones. El caso más rotundo es el del navarro Bittor Aiape, que dejó grabados cuatro discos antes de retirarse sorpresivamente; el caso más juvenil es el de la guipuzcoana June y casi a la misma altura lucen ahora Altxatu, ya con dos discos. Pablo CABEZA BILBO Grupos infantiles los ha habido siempre, por lo que esta cuestión no es noticia. Si lo fue, en cambio, en 1994 la irrupción del navarro Bittor Aiape. Con catorce años el sello IZ le publicaba «Bittor Aiape», disco al que seguirían «Gaztea naiz, eta zer!!» (1995), una declaración de principios y de consciencia de su situación, «Azkena» ( 1997) y «Beste aldean» (2000. Poco después nuestros apuntes le sitúan en Londres, donde sus aitas le envían para que estudie danza, pero se perdió toda pista. Issopus de Berriz también grabaron a una edad muy temprana, Ekain, batería hoy de los prestigiosos Dinero, y de Seiurte, no debía de tener más de 14/15 años cuando grabó para Gor el álbum debut. En Lekeitio Etsaiak también grabaron muy jóvenes, Paulillo y Auo eran unos chiquillos, chiquillos llenos de jarkore y punk. En Barakaldo, tanto Revolta Permanent como Herri Oihua son dos avanzadillas de jóvenes entre los 15/17 años con disco debút. En este caso ambos proyectos ya han grabado dos discos y,a demás, de notable nivel. En Donostia han debutado con disco Txorroskilo, en onda punk-rock. También músicos sin poder conducir todavía. Es llamativo el caso de June y los Sobrenaturales. June graba con Chim Chim Records, sello de Iruñea, sobre los doce/trece años, primero lo hace en un recopilatorio navideño y después en un single estriado, es decir, vinilo. Caso único. No son canciones para niños o niñas de su edad, sino para gente adulta. Es posiblemente el caso musical pop más precoz de la historia de la música vasca. Además June lleva muy adelantados sus estudios de piano, desde donde compone sus melodías, al margen de versiones y del conocimiento que tiene hasta de canciones de los Kinks. June y los Sobrenaturales también saben lo que es un directo. Para que esto suceda es casi necesario que en casa haya tradición musical y en este caso la hay, puesto que su aita es Juanma Ugarte, exbajista de Tahúres Zurdos. La familia Ugarte vive en el casco viejo de Iruñea. Nafarrroa sigue dando más casos, pues desde Ansoain empujan, al estilo Barricada y Marea, Impacto, un quinteto que andará por una media de edad de 16/17 años y que ya tiene en la calle el ep «Es tiempo de rock&roll», producido por Brigi ex-Koma y batería con El Drogas. De hecho, tanto El Drogas como Kutxi Romero (Marea), ya han colaborado con los chavales en algunos conciertos.. Con las cosas muy claras comenzaron a tocar Altxatu, también navarros. En 2013 debutan con el disco homónimo, publicado por GOR y este año han vuelto a la carga con «Hitza». El debut ronda los 13/14 años. Altxatu Ibai Osinaga, guitarra y voz, de 1998, reside en Iruñea, pero es de Irunberri; Iker Ariz, batería, de 1998, reside también en Iruñea, pero los fines de semana en Irunberri; y Julen Abaurrea, bajo, del 99, vive en Irunberri. Ellos son Altxatu y destacan, además de por su juventud, por la perseverancia y las ideas tan claras respecto a su música, ideario y postura ante la vida. Ibai Osinaga explica los antecedentes de cada miembro: «Por parte de Julen sus aitas siempre han oído música más parecida a lo que tocamos nosotros, y desde pequeño también es músico de la escuela de música del pueblo». Sus grupos preferidos son La Polla Records, Gatillazo... y bandas como Cicatriz y Eskorbuto. Una auténtica mirada al pasado. Atentos a Julen: empezó con la trompeta, luego pasó al bombardino y ahora está con la tuba, además del bajo. «En el caso de Iker las cosas se repiten: sus aitas también son muy aficionados a la música y siempre ha escuchado discos en casa, de todo tipo además. Recuerda como concierto más especial, por su espectáculo sobre todo, uno de Bon Jovi que fue con sus aitas». «Y por mi parte -añade el inquieto Ibai- desde pequeño toco el bombardino y siempre me ha gustado la música. En mi casa siempre ha habido mucha afición por la música, aunque mi padre es mas de Benito Lertxundi, siempre he escuchado música de todo tipo, sobre todo cantautores (jajaja). El primer concierto «grande» fue uno de Green Day en Barcelona, que yo creo que fue con ese grupo con el que me empecé a interesar en el tipo de música que nos influencia». No extraña que Altxatu haya nacido y con tan buenas formas musicales. De momento van un poco a piñón fijo, pero tienen mucho tiempo para dar más tramas a su sonido que, por ahora, tampoco es que lo necesite en exceso, puesto que lo suyo es el rock directo. «Todo empezó en agosto de 2010. Iker y yo nos juntamos con su madre [Rita Cabodevilla] a la voz para preparar tres canciones a tocar en las fiestas de la calle donde vivimos en Irunberri. Eran, si no recuerdo mal, «Blitzkrieg bop», de los Ramones, «Should I stay or should I go», de The Clash, y «Highway to hell», de AC/DC. Entre el publico de ese día estaba Julen (que es de nuestra cuadrilla) y a los pocos días, que era su cumpleaños, le regalaron un bajo. Como no sabía tocar, le pregunté -explica Osinaga- a ver si quería que le enseñara algo, y como Iker y yo ya habíamos ensayado un par de veces le dijimos para que se juntara con nosotros, solo pensando en tocar alguna versión, por disfrute». «Como veíamos -añade- que parecía que funcionaba seguimos ensayando hasta que decidimos tocar en fiestas de Tabar, el pueblo de la ama de Julen. Tocamos en el jardín de la casa de Julen para los amigos y familiares, unas 7 canciones, y a la gente le gustó, bueno mas que gustar, sorprender. Y así fue como empezó Altxatu, bueno, mejor dicho «el grupo», por que no fue hasta pasados un par de meses que le pusimos nombre al proyecto. Fue obligados para un cartel de un concierto que íbamos a dar en un bar de Lumbier. Seguimos ensayando y sin prisa nos fueron saliendo más conciertos por los alrededores, y nos lo fuimos tomando más en serio». El primer disco lo graban con 13 y 14 años. Sorprendente. Les cae un año más cuando GOR lo edita, tiempo de espera. Y en un plazo corto ya están con «Hitza», una puesta de mayor envergadura y un acabado muy conseguido y natural con peso en el punk-rock de corte melódico. Las letras proyectan ideas sociales y políticas, reflexiones serias sobre la vida y las leyes que la guían. Jóvenes, pero formados. «Creo que esta formación que mencionas la consigues si la quieres. El problema que tienen los jóvenes en general es que no hacen casi nada por buscarla, se podría decir que estamos parados. La formación si la quieres la consigues, y es simplemente interesarte por las cosas que te rodean. En este aspecto también intervienen los padres. Y los nuestros nos dicen y cuentan las cosas tal y como son», asevera Ibai. Juventud, estudios y música: «En general lo llevamos bastante bien. Los tres estudiamos y cada uno en lo suyo vamos bien. A decir verdad, no ensayamos casi nada (jajaja), así que los ensayos no son excusa para no estudiar. Unos y otros ejemplos dejan claro que cada vez se incorporan a la escena jóvenes con una frescura prometedora, apta para dar lo máximo a una edad adecuada para progresar. SIN ORDENADOR Ibai compone con acústica y sin ningún tipo de programa. Suele coger la guitarra y van surgiendo cosas, melodías, en principio en inglés, luego pasadas a euskara. Cuando considera que tiene «algo decente» lo graba en el móvil, lo lleva al local de ensayo y le dan vueltas a la canción entre los tres. Después compone la letra, «que es siempre lo que más me cuesta». JUVENTUD En años pasados, que jóvenes de 14 o 15 años grabaran un disco de pop o de rock formaba parte de la quimera de la vida. Sin embargo, tras muchos años de cuidar la cantera, de visualizar a las bandas locales, de los conciertos, locales... y circuitos de fin de semana, cada vez comienza a ser más frecuente encontrarse con bandas muy jóvenes que comienzan a fajarse, la mejor tendencia para conseguir una buena salud musical. AUTOGESTIÓN. Todo lo que ha conseguido Altxatu ha sido gracias al dinero de las actuaciones y de las ventas de los discos. El año pasado pudieron comprar un equipo de voces, porque antes ensayaban con las voces conectadas a los amplis de guitarra y bajo, y, a parte del equipo, «los tres hemos renovado el equipo particular nuestro (guitarra,bajo y batería nueva y amplis nuevos también) todo gracias a nuestro esfuerzo».