La frontera entre el podio o la nada

El umbral del fracaso. Así podría denominarse a la eliminatoria de cuartos de final mundialista. De todas las selecciones que han quedado atrás solo en el caso de Rusia cabe usar esa expresión, y no porque fuera aspirante a nada -hace tiempo que dejó de ser un equipo competitivo al máximo nivel-, sino porque quedó fuera de los octavos, un objetivo mínimo. Otras selecciones ya han finalizado con buena nota, pese al amargo sabor de la despedida con una derrota, como Brasil, Argentina, Túnez o Egipto. Y Suecia, Austria, Islandia y Macedonia han cumplido. Podrían haber llegado más lejos, pero sus cruces eran muy complicados y se decantaron a favor de sus rivales. Para ellas ha sido un Mundial discreto, sin más.

Para España, Francia, Croacia, Dinamarca y Alemania no llegar hasta aquí sí habría significado un fracaso, e incluso no llegar a semifinales también podría serlo, o al menos una gran decepción. No en vano son las cinco mejores selecciones del siglo XXI. Si se estableciera un ranking entre los torneos olímpicos, Mundiales y Europeos desde el año 2000 (19 campeonatos en total), otorgando 3 puntos a las medallas de oro, 2 a las de plata y 1 a las de bronce, quedaría encabezado por Francia con 27, seguida de Croacia (17), Dinamarca (16), España (13) y Alemania (12). Suecia también sumaría 12, aunque la mayoría sumados a principios de siglo, cuando se cerraba su época más gloriosa.

Entre los ocho clasificados solo cabe hablar de sorpresa en el caso de Qatar, que en su quinto Mundial (16º, 21º, 23º y 20º en los cuatro anteriores) ha llegado lejos, quizá a su meta más optimista, pero una vez de estar aquí tratará de superarla. España, Croacia y Francia han respondido a su papel de favoritos liderando sus respectivos grupos, y en el cuarto, el más complicado de todos, Alemania relegaba a Dinamarca a la segunda plaza, que le ha enviado al lado más difícil del cuadro, aunque también puede proporcionarle una dosis extra de motivación si le sirve de acicate el deseo de revancha. Ante España porque le vapuleó en la final del último Mundial (35-19). Y si consiguiera llegar a semifinales seguramente se las vería con Francia, que le ganó en la prórroga en la final del Mundial de 2011, en Suecia (37-35), y de forma mucho más dolorosa también en la final del Europeo de 2014, que se jugaba en la propia Dinamarca (32-41).

QATAR-ALEMANIA (16.30). Llegados a este punto, Qatar ya no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Aunque a Valero Rivera ni se le ocurra pensar que su selección no puede aspirar a todo. La trayectoria de los qataríes ha sido como una sucesión de finales resueltas de manera favorable, y es ilógico esperar que pueda ir más allá. Pero no por ello dejarán de intentarlo, tratando de exprimir un día más la experiencia de sus porteros y la capacidad goleadora de sus cañoneros de larga distancia Markovic y Capote, de cuyo rendimiento dependerán sus opciones de hoy. Alemania, una de las selecciones más en forma, cuenta con un bloque muy compensado, con una fuerte defensa, una de las mejores porterías, y un ataque fluído y eficaz.

DINAMARCA-ESPAÑA (19.00). Es el choque más abierto de los cuartos de final, con dos aspirantes al título enfrentados antes de tiempo. Ambos han ido de menos a más y en los octavos hicieron muy buenos partidos. Hansen es el líder danés, un jugador que lo hace todo bien, letal desde los nueve metros cuando tiene que tirar, aunque lo que más le gusta es repartir asistencias de gol, desde las más simples a las de fantasía. El zurdo Christiansen es la otra baza para tirar de lejos, y el central Lauge Schmidt aprovecha la atención de la defensa sobre ambos para hacer daño. Su segunda línea baja un poco, sobre todo porque Noddesbo, su mejor pivote ofensivo, no es la primera opción. España es posiblemente el equipo con más y mejores jugadores en el plano ofensivo, con una gran segunda línea con los extremos Rivera, Ugalde y Tomás, y el pivote Aginagalde (19 goles de 21 remates, infalible, el mejor en su puesto junto al francés Sorhaindo "21 de 24" y muchos recursos en la primera. Tiene juego y calidad para aspirar a todo, y quizá su punto más débil sea la portería.

ESLOVENIA-FRANCIA (16.30). La mitad de la selección eslovena juega en la Liga francesa, entre ellos su máximo goleador y del campeonato, Gajic, el portero Skof, el lateral zurdo Dolenec y el pivote y central defensivo Miha Zvizej, que junto a Zorman, Skube y Luka Zvizej forman la columna vertebral de Eslovenia. Fueron cuartos en la anterior edición, donde tuvieron la «suerte» de enfrentarse en cuartos a Rusia. Con Francia lo tendrán más complicado, casi imposible, porque es de las selecciones que nunca falla en este tipo de partidos a cara o cruz. Lo hacen con un portero como Omeyer, que ha ido de menos a más, un líder sólido como Karabatic, y un montón de grandes jugadores en todos los puestos.