31 ENE. 2015 24. Gizonezkoen Munduko Txapelketa | Final erdiak Francia rompe la resistencia española La selección que lidera Karabatic logró una renta de cuatro goles en la primera parte y, cuando España intentaba remontar, surgió la enorme figura de Omeyer. J.C. ELORZA ESPAÑA 22 FRANCIA 26 Contra Francia, y con algo muy importante en juego, no suele haber espacio para las filigranas. Karabatic y compañía llevaron el partido al terreno del contacto físico duro y continuo, y España no dispone de recursos del mismo nivel en ese sentido. El inicio del partido fue sintomático. Antes de cumplirse el minuto 15 hubo tres encontronazos entre jugadores, y en los tres resultaron damnificados los españoles, primero Morros, luego Cañellas -objetivo de muchos de los choques de la defensa gala, para intentar desgastarle, que acusó un bajón que él mismo había anunciado-, y finalmente Rivera -que fue reemplazado por Ugalde y prácticamente desapareció del partido-. Ambas selecciones se lanzaron a ataques rápidos en esta fase inicial, con Narcisse y Karabatic embistiendo una y otra vez a la barrera española, incapaz de pararles en esos inicios (marcaron cinco de los siete primeros goles de Francia), impidiendo organizarse a las defensas y propiciando un marcador muy abultado para estos equipos, y a la larga España salió más perjudicada. Fue como si a un púgil le asestan un puñetazo en el estómago y le sacan todo el aire. Francia ahogó a España, tras el empate a 6 le endosaba un parcial de 0-4 (6-10), y luego se dispuso a gestionar su renta. Con 6-8 Manolo Cadenas pedía tiempo muerto y solicitaba a sus jugadores que hicieran más faltas para impedir las evoluciones sin oposición de Karabatic y Narcisse, que habían hecho mucho daño. España se colocaba en una defensa 5:1 y frenaba a la primera línea francesa, pero Karabatic seguía creando juego y de ello se beneficiaban entonces los extremos Guigou y Porte, que aportaron siete goles entre los dos antes del descanso. Con cuatro goles de ventaja en 30 minutos, Francia afrontaba la segunda mitad con cierta calma mientras España debía echar el resto desde el principio. Así lo hizo, parapetada en su defensa 6:0, que fue más eficaz que en la primera parte y provocó varios errores al juego ofensivo francés. Pero desde el primer momento apareció la figura de Omeyer, que le paraba un penalti a Rivera poco después de reanudarse el juego. A diferencia de la primera mitad, los goles caían ahora con cuentagotas, aunque el esfuerzo defensivo español daba sus frutos y les acercaba a un gol (18-19). Pero dos exclusiones casi consecutivas de Maqueda y Virán Morros frenaban en seco la remontada, y Francia volvía a irse de tres. Fueron los peores momentos de Francia, que solo pudo marcar tres goles en los primeros 20 minutos de la segunda mitad, pero España tampoco los rentabilizó porque se encontró con un impresionante Omeyer, que hizo 13 paradas en la segunda parte, cuatro de ellas de penalti (aunque Cañellas y Tomás recogieron los rechaces y marcaron, pero el portero les iba comiendo la moral). A diez minutos del final España, que no dejó de pelear, se acercaba de nuevo (20-21), pero dos acciones de Sorhaindo (un gol y un penalti forzado que transformó el infalible Joli -25 de 28 en el campeonato-) dejaban el partido sentenciado.