«El general Munaf Tlass desertó hace tres días y parece que se fue de Siria», ha afirmado esta fuente cercana al poder que ha precisado que era general de la Guardia Republicana, una unidad de élite a cargo de la protección del Gobierno de Al-Assad, y que había sido alejado de sus responsabilidades hace más de un año ya que se lo consideraba poco fiable.

El uniformado, hijo del general Mustafá Tlass, exministro de Defensa y amigo de Hafez al-Assad, padre del actual jefe de Estado, es el oficial superior más prestigioso en desertar.

Oriundo de Rastan, en la provincia de Homs (centro), hoy en manos de los insurgentes, este sunita de unos 40 años, fue un amigo de infancia del actual presidente Bashar al-Assad.

Intentó llevar adelante misiones de conciliación entre el poder y los rebeldes en Rastan y en Deraa (sur), pero sin éxito. Hace meses que dejó su uniforme y se encontraba en Damasco en donde se dejó crecer el pelo y la barba.

Otra fuente en Damasco ha considerado que la ruptura con el poder se produjo tras un ataque en febrero-marzo contra Baba Amr, un barrio de Homs controlado por los rebeldes. Mostró su rechazo liderar la unidad a cargo de reconquistar el sector y Bashar al-Assad lo habría entonces alejado de su cargo.

Según allegados al general, toda su familia ya se encuentra en el extranjero así como su hermano Firas, un empresario instalado en Dubai.

Su primo Abdel Razzak Tlass es el jefe en Homs de la brigada Faruk, una unidad combatiente del Ejército Sirio Libre (ESL), formado en gran parte por desertores de las tropas gubernamentales.

Reunión en París sin China ni Rusia

Por otro lado, un centenar de países, con las marcadas ausencias de Rusia y de China, se reúnen hoy en París en la conferencia «Amigos del pueblo sirio» para lanzar un nuevo mensaje contra Bashar Al-Assad con vistas a que acepte un órgano de gobierno transitorio.

La conferencia es la tercera reunión ministerial que mantienen los integrantes de ese grupo, tras las celebradas en Túnez y en Estambul, a las que siguieron también en París varios encuentros sobre el seguimiento de las sanciones impuestas.

Según el anuncio de la diplomacia francesa, el objetivo es «movilizar a todos los Estados y organizaciones que quieran aportar su apoyo al pueblo sirio en estos momentos en que la situación humanitaria y la seguridad se están agravando y en que la represión persiste».

El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, ha avanzado que aspira a lograr resultados «concretos» en el apoyo a la oposición y a nivel humanitario y político.

El propio presidente francés, François Hollande, ha defendido sanciones más severas contra el Gobierno sirio.

Hillary Clinton, secretaria de Estado de EEUU, por su lado, ha advertido de que Rusia y China deben pagar «un precio» por «su apoyo» a Bashar al-Assad y ha pedido a «todos» los países que insten a ambas potencias a cambiar su actitud sobre Siria.