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SANTIAGO DE CHILE

Miles de velas conmemoran en Chile el 40º aniversario del golpe

Miles de velas encendidas durante esta pasada madrugada en la capital chilena y en otras ciudades del país en recuerdo de las víctimas de la dictadura, 40 años después del golpe de Estado que terminó con el Gobierno del presidente Salvador Allende.

Una mujer enciende una vela junto a una fotografía de Salvador Allende, en las inmediaciones del Estadio Nacional. (Claudio SANTANA/AFP PHOTO)
Una mujer enciende una vela junto a una fotografía de Salvador Allende, en las inmediaciones del Estadio Nacional. (Claudio SANTANA/AFP PHOTO)

En las afueras del Estadio Nacional, el principal recinto deportivo de Chile, lugar que sirvió de centro de detención, tortura y ejecuciones durante los primeros meses de la dictadura, se han reunido cientos de personas para encender sus velas.

En ese sitio, las organizaciones de derechos humanos han instalado un escenario donde se ha llevado a cabo un acto político cultural, que posteriormente ha finalizado sin incidentes.

También, decenas de familiares de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) han prendido velas en la casona de Londres 38, a pocas manzanas de la sede del Ejecutivo, que también fue lugar de tortura durante el régimen militar.

Cerca de allí, en la Plaza Brasil, específicamente en la parte de afuera del Galpón Víctor Jara, otro grupo de familiares y amigos han llegado hasta ese lugar portando carteles y pancartas alusivas a los detenidos desaparecidos y han encendido velas.

En las ciudades de Temuco, Concepción y Talca, en el sur de Chile, y Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de Santiago, también han hecho lo mismo en recuerdo de los detenidos desaparecidos.

A última hora del miércoles se produjeron incidentes en diversas zonas de Santiago de Chile y que se saldaron con numerosos heridos, entre ellos 26 carabineros, según fuentes oficiales.

Durante la dictadura que encabezó el general Pinochet entre 1973 y 1990, según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que unos 1.200 están aún desaparecidos, mientras unos 38.000 sufrieron la prisión y la tortura por causas políticas.

La conmemoración del golpe se ha vivido con una multitud de actos, que incluyeron ofrendas florales al monumento de Salvador Allende frente a La Moneda (sede de Gobierno) y una visita a su tumba en el Cementerio General de Santiago, además de los velatones (encendido de velas).

Mientras tanto, en las primeras horas de la jornada del miércoles jornada, el presidente Sebastián Piñera afirmó, tras una liturgia celebrada en el Palacio de La Moneda, que la actual generación no debe traspasar a sus hijos y nietos «los mismos odios y querellas» y que el mejor legado que puede dejarles es «un país reconciliado y en paz».

«Estoy seguro (de) que la inmensa mayoría de los chilenos siente que esa paz y esa reconciliación son necesarias y que llegó el tiempo, no de olvidar, sino de superar los traumas del pasado», añadió.

Dijo también que las violaciones a los derechos humanos ocurridas después del golpe fueron responsabilidad no solo de quienes los ordenaron y ejecutaron sino también de quienes desde sus cargos no hicieron todo lo que pudieron haber hecho.