Muñoz ha considerado «inadmisible» que «quienes han sido responsables de la política que han hecho, hablen en tercera persona de quienes actúan haciendo recortes. No es posible aceptar que López y Urkullu se eximan de responsabilidades de los presupuestos en los últimos años, los más injustos de la historia».

A su juicio, se trata de una «operación de propaganda» apoyada por el poder económico y el mediático, que sirve para «adormecer a la población» y «perpetuar este modelo que nos está llevando al precipicio social».

El acuerdo, según ELA, está lleno de «generalidades» y carece de «compromisos concretos». Respecto a la reforma administrativa, el sindicato considera que el objetivo es contar «con menos personal» que «se va a ver obligado a trabajar más». Además, ha señalado que los principios de «movilidad, flexibilidad y aumento de la productividad» que recoge el documento «se puede decir que atacan directamente a las condiciones de trabajo en el sector público».

Sobre los servicios públicos, ha indicado que los presupuestos del 2014 en materia de educación, sanidad y políticas sociales «van a contar con la misma dotación presupuestaria que en el 2012. Y eso en un momento en el que la pobreza y el desempleo aumentan», por lo que «se puede decir que el acuerdo aporta más recortes y ataque al estado del bienestar».

En cuanto a la «reactivación económica y el empleo», para ELA lo que se propone es «seguir con las mismas políticas que han agravado la crisis y han aumentado el paro».

Respecto al bloque de la fiscalizad, la central abertzale observa «meros retoques, sin atacar el fondo de los problemas existentes», que son «el enorme fraude en las rentas que no son del trabajo y la política fiscal injusta. Ahí están los datos, como consecuencia de estos dos elementos: tenemos un diferencial de presión fiscal que supone que en Euskal Herria se recaudan al año 7.435 millones de euros menos que si tuviésemos la presión fiscal media de la Unión Europea».