Atom Egoyan ha defraudado. Tras su paso en 2009 por Zinemaldia con ‘Chloe’, film encargado de inaugurar la edición de ese año, regresa a Donostia con ‘Devil´s Knot’. Tres niños que salen a jugar con sus bicicletas desaparecen de forma repentina y sus cuerpos son hallados en un riachuelo de un bosque llamado Robbin Hood. Tres jóvenes fueron condenados por los hechos y, tras permanecer 18 años en prisión, quedaron en libertad.

El film, basado en una historia real, pone de manifiesto los claroscuros de la investigación policial llevada a cabo en su momento, acariciando incluso el debate de la pena de muerte. Con Reese Witherspoon y Colin Firth como principales protagonistas, muestra la cara y la cruz del caso; el dolor de una madre que ha perdido a su hijo, por un lado, y la investigación de un detective que está convencido de que los tres jóvenes encausados no fueron los autores del crimen.

Egoyan ha explicado que existe numerosa documentación mediática, sin embargo, «los cuerpos fueron hallados en el agua y no existen huellas, pruebas de ADN... nada. Ni siquiera nos acercamos a descubrir la verdad», ha dicho.

El director ha afirmado que el film pretende «demostrar la escala, la envergadura de lo que realmente ocurrió en Memphis hace veinte años y que no tiene ninguna respuesta real. Es una obra del mejor misterior sobre un asesinato», ha anotado.

Egoyan escogió este caso porque «es muy misterioso. No podrías diseñar un caso a nivel dramático que fuera casi imposible de resolver. Los nudos están atados tan cuidadosamente que es el crimen que más moletas, porque es resultado de algo muy calculado», ha apuntado.

Cuando fue a Memphis afirma que se sintió sorprendido en la escena del crimen, «es algo sobrenatural, casi mitológica». «Qué es lo que ocurre un crimen tan mostruosas sin evidencias en la escena del crimen. Eso es lo que ocurre».

«¿Cómo vives sin entender lo que ha ocurrido?», se ha preguntado. Considera «perverso» no tener una historia final, pero la historia real tampoco la tiene, es por lo que deja al público en un lugar donde «no existe un tercer acto» y los actores «no son héroes, porque no pueden cambiar la historia».