«No hay ninguna razón legal para que el resto del Reino Unido tenga que compartir su moneda con Escocia» en caso de que el sí gane en el referéndum del 18 de setiembre. «Si Escocia deja el Reino Unido, deja la libra esterlina», ha advertido el ministro británico de Finanzas, George Osborne.

El titular de Economía contesta así al ministro principal escocés, Alex Salmond, quien afirmó que si Escocia se independiza mantedría la libra esterlina como moneda.

En una dura intervención, Osborne ha acusado al Partido Nacionalista Escocés (SNP) de no proponer «nada más que confusión, afirmaciones sin fundamento y amenazas vacías».

Ha comparado la situación con «un divorcio tempestuoso» y ha defendido que «la libra no es un activo que se dividide entre dos países después de una separación, como se haría con una colección de CD».

Ha insistido en que Escocia estará mejor económicamente si se mantiene unida a Inglaterra, Gales y el norte de Irlanda.

«El Reino Unido está creciendo más rápido que cualquier otra economía avanzada de Europa. Nada puede ser más perjudicial para la seguridad económica aquí en Escocia que dividir a nuestro Reino Unido», ha señalado.

Ha aludido al Gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney , quien en enero dijo que una Escocia independiente debería ceder parte de su soberanía fiscal con el fin de mantener la libra.

Los otros dos principales partidos británicos, el Laborista y el Liberaldemócrata, aliados de los conservadores en la campaña contra la independencia de Escocia, se han mostrado de acuerdo con la línea dura de Osborne.