GARA

Escocia acusa a Gran Bretaña de «acoso» por su posible exclusión de la libra

La «número dos» del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, acusó ayer a Londres de «acosar» a Escocia por negarse a que conserve la libra esterlina y excluirle de la unión monetaria con el resto de Gran Bretaña si logra la independencia. Medios locales aseguran que esa es la posición británica.

El ministro británico de Economía, George Osborne, no quiere permitir que Escocia conserve la libra como moneda si logra la independencia en el referéndum previsto para el 18 de setiembre y, según la BBC, que cita fuentes gubernamentales, en su discurso programado para hoy -informó AFP- anunciará «probablemente» su oposición a una unión monetaria de Gran Bretaña con una Escocia independiente, revelaron ayer medios locales. El Gobierno de Edimburgo criticó a Londres por «acosar» a Escocia y defendió que la unión monetaria con la libra es una «opción sensata».

Según los medios británicos, Osborne dará a conocer su posición sobre la libra, en respuesta a la insistencia del ministro principal escocés, Alex Salmond, de que una Escocia independiente conservará la libra.

Tanto el tory Osborne como el titular del Tesoro, el liberal demócrata Danny Alexander, y el portavoz laborista de Economía, Ed Balls, advertirán a Escocia de que el resto de Gran Bretaña se negará a formar una unión monetaria de la libra con Escocia si gana el «sí» a la independencia.

Hasta ahora, el ministro de economía había indicado que la unión monetaria era «poco probable», pero la prensa anunció que esta semana dará un paso más al advertir de que Gran Bretaña se negará a esa unión si los escoceses respaldan la escisión.

Para los medios británicos, estas advertencias evidencian que la campaña a favor de la unión, respaldada por los tres principales partidos británicos, se intensifica después de que las últimas encuestas hayan constatado un avance de la causa independentista impulsada por Salmond.

Un reciente sondeo de ICM reveló que la tendencia a favor de la independencia ha subido cinco puntos, del 32% al 37%, mientras que la opción que apoya la unión ha descendido del 49% al 44%. Un 19% sigue indeciso.

Según Salmond, una Escocia independiente conservará la libra y el Banco de Inglaterra será la entidad de crédito de último recurso.

En enero, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advirtió a Edimburgo de que una unión monetaria con Gran Bretaña conllevaría para una eventual Escocia independiente «una cesión de soberanía».

La «número dos» del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, y su portavoz de Finanzas, John Swinney, acusaron a Londres de «acosar» a Escocia por su posible exclusión de la unión monetaria. Swinney defendió que la unión es una «opción sensata», mientras que Sturgeon consideró que se tarta de un «bluff» del Gobierno.

Sturgeon consideró «absurdo» el planteamiento porque perjudicaría a las empresas instaladas en Inglaterra que comercian con Escocia y acarrearía «unos costes de transacción de cientos de millones». «Es una posición que no tiene sentido. Es una posición táctica», insistió. «No importa lo que digan ahora, la realidad será muy diferente si Escocia vota por el `sí'», agregó.

Londres confía en evitar las riadas que anegan el sur del país

El río Támesis discurría ayer al nivel más alto de los últimos treinta años en algunas zonas de Londres, pero las autoridades confiaban en que el enorme esfuerzo realizado para controlar su cauce evitara que los londinenses sufrieran el destino de los habitantes del sur de Inglaterra, anegada por las aguas debido a la intensidad del temporal que azota el país y que ha provocado las peores inundaciones en décadas.

«Por lo general, fluye sin problemas y apaciblemente. Pero en caso de crecida invernal importante, se transforma en una bestia rugiente», señala Hannah Cloke, profesora de Hidrología de la Universidad de Reading, al referirse al Támesis, que ayer se desbordó en los condados próximos a la capital.

Las zonas más castigadas por las precipitaciones y las riadas son las del suroeste de Inglaterra, donde desde diciembre cerca de 6.000 familias se han visto obligadas a abandonar sus casas. Más de mil viviendas seguían ayer inundadas, mientras se mantenían catorce alertas de inundaciones «graves» -de riesgo para la vida- en los condados próximos a Londres y dos más para Somerset. La grave situación en los condados de Berkshire y Surrey provocó serios retrasos y cancelaciones en los servicios ferroviarios con la capital. GARA