Idoia Nieves era un peso pesado que gozaba de enorme consideración en UPN. Ayer, la exjefa de Hacienda aseguró que Yolanda Barcina le propuso dirigir la Consejería de Economía después de que Álvaro Miranda dimitiera en 2012. Nieves se negó y el «plan B» de Barcina fue recolocar a la entonces consejera de Desarrollo Rural, Lourdes Goicoechea. Aunque el Gobierno navarro pretenda ahora alejarse de la técnico que ha destapado las «injerencias» de la vicepresidenta, hasta hace bien poco formaba parte de su círculo de máxima confianza.

«Barcina me ofreció la Consejería antes de dársela a Goicoechea», reveló. Nieves aseguró que rechazó la oferta por tres razones. La primera es que creía que para el puesto de consejera se necesitaba «un perfil político, no uno técnico». El segundo argumento es que, para el cargo de consejero, lo que se debe buscar es «un licenciado en económicas o empresariales». Y, por último, renunció a la oferta porque la en aquel tiempo directora gerente de Hacienda «estaba contenta donde estaba».

Esta confianza que UPN depositó en Nieves se aprecia en el papel que jugó en las negociaciones del IVA de VW. Según reconoció, el estrés que le generó el cambio en la forma de gestión «no le dejaba dormir». La situación llegó a tal punto que motivó su petición de dimisión ante Miranda. La respuesta de éste fue dejarle un ramo de flores en su despacho para que se lo encontrara a la mañana siguiente. Y así la convenció.

Que la vinculación entre Nieves y UPN iba más allá del cargo se aprecia también en el asesoramiento que realizaba la gerente de Hacienda para diputados y senadores de esta formación. Aunque Carlos Salvador y los senadores de UPN son electos por Nafarroa no tienen nada que ver con las instituciones públicas navarras. Nieves aseguró que consideraba el asesoramiento a Salvador y los senadores como «parte de su trabajo». Interrogada sobre si también ofrecía este asesoramiento a otros diputados navarros (en concreto, se le mencionó a Sabino Cuadra, de Amaiur), Nieves admitió que jamás los asesoró, aunque matizó que lo hubiera hecho, de habérselo pedido. La réplica que recibió es que no solo se ha negado asesoramiento a la oposición desde Hacienda, sino que se les niega información trascendental, como el acuerdo del IVA de la VW que se aprobó en 2012.

Nieves dijo no estar afiliada, pero lleva ocupando cargos de libre designación desde el año 2008. Es cierto que tiene un currículum brillante, pero llegó hasta arriba del escalafón de la mano de la formación que hoy lidera Barcina. Pese a todo, reconoció que ha tenido sus más y sus menos con la presidenta. En concreto, reconoció haber discutido en público con Barcina en una reunión. Aun así, negó rotundamente tener sospechas de que la quisieran sustituir.

Una filtración, el detonante

Algunos grupos le recriminaron haber aceptado la gerencia de Hacienda con Goicoechea al frente, porque, antes de acceder al cargo, la consejera le había pedido el Plan de Inspección. Pero no hubo tal nombramiento. «Estuve en la toma de posesión. En un momento, le pregunté si seguía en el equipo. Me dijo que sí», aseguró. Nieves admitió que la relación con Goicoechea era larga, que la conocía como asesora fiscal y que, durante tiempo, tuvieron una relación personal buena. Fue esta buena relación la que le llevó a aceptar la comida en El Merca'o.

El hecho de que Nieves se haya revuelto al fin y haya denunciado no solo manejos oscuros de Goicoechea, sino la nefasta gestión de Barcina con las devoluciones de IVA y la falta de criterio en la reforma fiscal parece encontrarse en una filtración que realizó la consejera o su entorno a un medio afín. En esa información se publicó la carta personal mediante la cual la gerente había trasladado su dimisión a Goicoechea. La información que acompañaba a la copia de la carta era falsa a ojos de Nieves y, por ello, cuando le tocó el turno de explicarse en el Parlamento prefirió no callar.