Aitor AGIRREZABAL

Belfast se apunta a la primera batalla por el rosa

El inicio de la «Corsa Rosa» es el mayor evento deportivo que ha acogido la capital norirlandesa.

El City Hall de Belfast acogió ayer el primer aperitivo del Giro de Italia, con la presentación de los equipos ante el público irlandés. 198 corredores de los 22 equipos pasaron por el escenario montado para la ocasión.

La ceremonia de apertura de la 97ª edición de la Corsa Rosa abrió un espacio donde personajes ilustres de la historia del ciclismo compartieron charlas con los aficionados, mientras que los puestos de las marcas que componen la caravana publicitaria daban el aroma de las grandes citas al centro de la ciudad norirlandesa. El color rosa desaparecía conforme te alejabas de sus calles céntricas.

Desde primera hora, el ir y venir de equipos, prensa y organización fue continuo. La salida de la prueba se ha definido como el mayor evento deportivo que ha acogido jamás Belfast, y el público respondió. Desde el comienzo de esta semana la ciudad vestía de color rosa y ayer por la mañana los operarios se encontraban realizando los últimos retoques para presentar un Giro a la altura de su nombre.

Belfast habló italiano

El escenario lucía perfecto para las 18.00, mientras el marcado acento irlandés del público local se mezclaba con los cientos de italianos que componen la caravana y que ayer ocupaban el centro de Belfast.

Todos los equipos desfilaron con sus caballos ganadores al frente. El catalán Joaquim Rodríguez regresa a la ronda italiana, donde fuera segundo en 2012, con el único objetivo de subir al cajón más alto del podio final. «Es un Giro bonito con finales muy duros y algún final nervioso que me va bien», apuntó el líder del Katusha. Eso sí, si quiere ganar el Giro no deberá esperar a las etapas de alta montaña, ya que, tal y como él mismo afirmó, ha perdido vueltas «donde menos lo esperaba».

Ahí han coincidido todos los favoritos. Irlanda debe ser más que un paseo, y además de la crono por equipos con la que inaugurarán hoy la prueba, la etapa de mañana, con gran parte del recorrido cercano a la costa, debe ser importante, ya que alguno podría perder el Giro 2014 antes de llegar a Italia.

Es una idea que comparte el otro gran favorito a alzarse a lo más alto del podio de Trieste. Nairo Quintana aseguró que «el Giro hay que ganarlo desde Belfast». El colombiano fue una de las mayores atracciones durante la presentación de la carrera y uno de los más solicitados una vez finalizada esta.

Los aficionados respondieron ante todos y cada uno de los corredores, pero si alguien se tenía que llevar la ovación del público, este protagonismo se lo repartieron entre los tres corredores de casa. Daniel Martin liderará al Garmin en busca de una buena general, al igual que Nicholas Roche en el Tinkoff-Saxo. El tercero, Philipp Deignan, defenderá los colores del Sky. Los irlandeses pueden ser protagonistas en el inicio del Giro, y Deignan tiene una bonita opción de disputar la maglia rosa en la crono inaugural por equipos. Martin quiso agradecer que «toda la ciudad vistiese el rosa». Roche, por su parte, lanzó su deseo de que Irlanda contase con alguna prueba profesional de renombre. Vista la respuesta de la ciudad norirlandesa y el público, es posible.

Eso sí, tal y como afirmó Ian Hurrel, un joven aficionado que se acercó en su bicicleta hasta el centro, «está muy bien traer a los mejores ciclistas del mundo, pero el futuro está en la base». El debate sobre invertir en una gran carrera cuando no hay dinero para las bases es conocido también en Euskal Herria, y el caso de Irlanda es todavía más claro.

Una semana después de que Gerry Adams fuese detenido y a tres semanas de que celebren las elecciones, el centro de Belfast se camufló bajo un manto rosa que pareció ejercer de calmante. Por lo menos a los ojos del mundo. Irlanda dará salida esta tarde a la 97ª edición del Giro de Italia, que después de tres días volará a Bari, dejando atrás una isla que habrá vivido en un paréntesis durante varios días.

 

Problemas con los visados

El Giro realizó su puesta a punto en Belfast con la presentación de los equipos, sin embargo, la fiesta no fue tal para todos, ya que varios corredores que pensaban estar en la salida tendrán que ver la carrera desde casa. Los que no estuvieron en la presentación y no tomarán la salida en la contrarreloj por equipos con la que arranca la carrera hoy fueron los kazajos del Astana Alexey Lutsenko y Maxim Iglinsky, el colombiano del Tinkoff-Saxo Edward Beltrán y su compañero de equipo el ruso Nikolai Trussov, a quienes el Gobierno británico no les ha entregado el visado para entrar en el norte de Irlanda.

Mejor suerte corrieron el ciclista colombiano Julián Arredondo (Trek) y los venezolanos Yonder Godoy y Jackson Rodríguez (Androni) que, a última hora, consiguieron el permiso necesario para disputar las dos primeras etapas y podrán enfrentarse a las expectativas que se han puesto sobre ellos tres.

Los corredores del Astana pidieron su visado en la embajada de París, sin recibir respuesta. Sus pasaportes tampoco fueron devueltos, y estuvieron retenidos en el Estado francés durante varios días. El Team Colombia, al completo, también tuvo problemas, pero una vez solucionados podrán dar guerra cada vez que la carretera se ponga mirando al cielo.

Las políticas de inmigración que está aplicando el Gobierno de David Cameron han salpicado también al inicio del Giro, no permitiendo realizar su labor a corredores que llevaban meses preparando la cita. Unas medidas que, según sus propias promesas electorales, están dispuestos a endurecer a partir de 2015. Este tipo de políticas responden al intento de frenar el avance que por la derecha les está haciendo la formación xenófoba y euroescéptica UKIP, que se presenta como favorito a vencer en Inglaterra las próximas elecciones europeas. A. AGIRREZABAL