NAIZ
París

Sarkozy, imputado por corrupción y tráfico de influencias

El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido imputado por «corrupción activa», tráfico de influencias y encubrimiento de la violación del secreto profesional. El anuncio de la fiscalía ha llegado después de que Sarkozy pasara quince horas declarando como detenido ante la policía y otras tres horas ante los jueces, una medida inédita para un exjefe del Estado francés.

Sarkozy abandona los juzgados tras comparecer ante el juez. (Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)
Sarkozy abandona los juzgados tras comparecer ante el juez. (Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)

Nicolas Sarkozy ha sido finalmente imputado por la supuesta comisión de delitos de «corrupción activa», tráfico de influencias y encubrimiento de violación del secreto profesional.

En el mismo caso, que investiga si Sarkozy y su entorno crearon una red de informadores que les mantenía al tanto de la evolución de los procesos judiciales que amenazan al político conservador, también han sido imputados hoy su abogado, Thierry Herzog, y un alto magistrado del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert.

Los tres han declarado ante la policía judicial en calidad de detenidos, un estatuto que ofrece la asistencia de un letrado, derecho al que ha renunciado Sarkozy, abogado de profesión.

Los investigadores, que grabaron conversaciones telefónicas de Sarkozy y de algunos de sus ministros más cercanos, sospechan que su abogado recababa información de consejeros del Tribunal Supremo.

Estos le informaban supuestamente de los avances en la investigación sobre presunta la financiación ilegal de la campaña que llevó al Palacio del Elíseo en 2007.

Según esa teoría, el defensor de Sarkozy prometió como contrapartida al magistrado Azibert que el expresidente le ayudaría en su demanda de conseguir un puesto que buscaba en la administración de Mónaco, que nunca obtuvo.

Sin embargo, la defensa del letrado Herzog sostiene que esas escuchas son ilegales por violar el derecho a la confidencialidad entre abogado y cliente y no entran en el contenido de las mismas..

«Thierry Herzog es libre. Sigue siendo el abogado de Nicolas Sarkozy, no le afecta ninguna prohibición», ha dicho a la prensa Paul-Albert Iweins, defensor de quien habitualmente ejerce de abogado de Sarkozy y que ahora comparte imputación con el expresidente.

Uno de los elementos que pusieron en alerta a los jueces que llevan la instrucción fue el hecho de que Sarkozy abriera -bajo el pseudónimo de Paul Bismuth- una segunda línea de teléfono móvil.

Sospechan que a través de esas llamadas, que detectaron pronto, intentaba comunicarse discretamente con su abogado sobre los avances de los procesos judiciales de los que le informaban supuestamente los citados magistrados.

De esa forma nació el llamado «caso de las escuchas», un dossier que deriva de una investigación original diferente, para determinar si el político recibió para su campaña presidencial dinero negro del depuesto líder libio Muamar el Gadafi.

Sarkozy, de 59 años, había llegado a primera hora de la mañana del martes en un coche con los cristales tintados a los locales de la policía judicial en Nanterre, a las afueras de París, y no hizo declaraciones.

Pero la familia política del jefe del Estado francés entre 2007 y 2012 afirmó durante el día que la medida judicial responde a un plan de caza y derribo que se activa cada vez que Sarkozy amaga con regresar a la política.

Sarkozy se planteaba anunciar su retorno tras el verano, según ‘BFM TV’, a lo que el diario ‘Le Parisien’ añade que el expresidente planea cambiar el nombre de UMP, el partido que le llevó al Palacio del Elíseo.

Sarkozy, vinculado a siete investigaciones judiciales, ya había sido temporalmente imputado por el ’caso Bettencourt’, que pretende esclarecer si la multimillonaria heredera de L'Oreal financió ilegalmente su campaña presidencial, como se sospecha de Gadafi.

Sin embargo, no declaró ante los jueces sin pasar por la policía, lo mismo que el también expresidente conservador Jacques Chirac (1995-2007).