Joseba ITURRIA

Un maillot verde triste porque ha perdido el instinto ganador

Peter Sagan sumó ayer su cuarto segundo puesto en este Tour, donde ha perdido el instinto ganador con el que debutó hace dos años con tres victorias de etapa. La pasada edición solo sumó una y la de ayer pudo ser la última oportunidad sin que le deje satisfecho el maillot verde.

El caso de Sagan es curioso porque ha llegado al Tour en un estado de forma posiblemente mejor que en sus dos anteriores participaciones. No lo ha aprovechado porque él y su equipo han cometido errores de principiante y ha perdido su instinto ganador. Si en su debut con 22 años en 2012 fue capaz de ganar tres etapas, sumar tres segundos puestos, un tercero y un quinto, este año no ha levantado los brazos y ayer logró su cuarto segundo puesto, lleva tres cuartos y un quinto y lo peor es la sensación que ha desperdiciado las cuatro etapas en las que tenía el recorrido a favor. A partir de ahora tiene cinco etapas de alta montaña y tres propicias para los sprinters puros, en las que Kittel y Greipel intentarán aprovechar su superioridad en llegadas para velocistas.

Sagan tenía cuatro etapas propicias para él con puertos en la parte final que podían eliminar a los principales sprinters, las de Sheffield, Nancy, Oyonax y, en menor medida, la de ayer de Saint Étienne. En las tres primeras Sagan y su equipo cometieron el mismo error de desgastarse en exceso donde no debían. Cannondale dejó solo a Sagan en el último puerto cuando era el rival a batir y tampoco el eslovaco tuvo la sangre fría para dejar que otros llevaran la iniciativa. En las tres se marchó por delante y desgastó unas energías que echó de menos en el último kilómetro. Ayer sucedió lo contrario, Cannondale no trabajó en toda la etapa hasta que faltaban cuatro kilómetros y eso provocó que casi todos los velocistas llegaran en el primer grupo, en el que tampoco pudo lanzar a su jefe de filas, que dejó la rueda de sus compañeros y siguió la de Kristoff sin poder superarle en la llegada.

Una de las diferencias entre el Sagan de esta temporada y el de 2012 es el equipo, más débil por los recortes presupuestarios. Con Liquigas el eslovaco debutó acompañado de Nibali, Basso, Oss, Smyzd, Vanotti, Nerz, Koren y Canuti. El año pasado tenía a De Marchi, Moser, Bodnar, Marangoni, Koren, Vandborg, King y Sabatini y ahora solo le quedan siete compañeros tras la retirada de King: De Marchi, Marcato, Bodnar, Viviani, Sabatini, Koren y Marino. Un equipo que no ha conseguido llegar con ningún compañero para trabajar para Sagan en las tres primeras etapas propicias y que tampoco supo darle la confianza y lanzarlo ayer a pesar de no trabajar durante toda la etapa.

Pero la principal razón está en el propio Sagan, que ha perdido el instinto ganador y la confianza. Porque cuando ganó en el Tour tres etapas no era un desconocido, llegaba tras vencer cinco en California y cuatro en Suiza. El año pasado ganó una en el Tour, dos en California y dos en Suiza y este año con el mismo calendario lleva una en California y una en Suiza y se ha mostrado muy ansioso en las doce primeras etapas.

Solo ha conseguido asegurarse su tercer maillot verde consecutivo porque su regularidad le ha permitido sumar 341 puntos mientras que su principal perseguidor, Coquard, apenas lleva 191. Para justificar la falta de victorias el eslovaco también ha señalado que tiene problemas con un resfriado, pero hay otro factor que no le ayuda y es la incertidumbre sobré él y su equipo.

En medio de la rumorología

A pesar de que una web de ciclismo llegó a asegurar que Fernando Alonso había fichado a Peter Sagan por dos temporadas y 3,3 millones de euros mensuales, tanto Paolo Bettini, supuesto mánager del equipo en ese momento, como su representante Giovanni Lombardi negaron esa afirmación. Luego se le situó en el Tinkoff dando por hecho que Cannondale se iba a fusionar con el equipo de Riis, pero el magnate ruso lo ha descartado al asegurar en un tweet que la marca de bicicletas que no quiere seguir con el equipo ciclista ha llegado a un acuerdo con Garmin. Habrá que ver si Sagan finalmente acaba solo en el Tinkoff, pero todo lo que rodea a él y a su equipo no le beneficia.

«Muchos se confromarían con ser segundo, yo quiero ganar»

Peter Sagan dejó claro tras su cuarto segundo puesto que «no soy un perdedor, me gusta ganar, aunque muchos de los que están en el pelotón se conformaban con mi segundo puesto. Pero yo quiero una victoria. Estaba en buena posición, pero Kristoff ha sido más rápido. Hay veces en las que no te salen las cosas, pero hay que relativizar y pensar que todavía quedan oportunidades. Todo va bien, estoy adelante desde la primera etapa. Estoy trabajando más que los demás sprinters, busco la victoria en todos los terrenos y mis piernas acumulan más fatiga. Eso dificulta las cosas».

Más decepcionado estaba el martes, cuando quería dedicar la victoria a su novia, que cumplía años: «Tendré que conformarme con enviarle el ramo de flores que me dieron en el podio como líder de la regularidad. En este tipo de escapadas nadie quiere colaborar conmigo porque soy el más rápido, tengo yo que hacer todo el gasto y luego lo pago al final. Este Tour está contra mí». GARA