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BARCELONA

Pujol se aferra a la tesis de la herencia familiar como origen del dinero evadido durante años

El expresident de la Generalitat Jordi Pujol se ha aferrado a la tesis de la herencia familiar como origen único del dineró que ocultó en paraísos fiscales durante 34 años. Ha defendido que no ha sido un «político corrupto».

Jordi Pujol, en su comparecencia en el Parlament. (Lluis GENE/AFP)
Jordi Pujol, en su comparecencia en el Parlament. (Lluis GENE/AFP)

Jordi Pujol ha llegado solo al Parlament dos horas antes del inicio de su comparecencia en la Comisión de Asuntos Institucionales y se ha reunido con la presidenta de la institución, Núria de Gispert, que le ha cedido su sala de reuniones para prepara su intervención ante los grupos parlamentarios para dar cuenta del dinero que ocultó en paraísos fiscales durante 34 años.

Al inicio de su intervención, Pujol se ha comprometido a dar todas las explicaciones necesarias sobre sus cuentas en el extranjero independientemente de la «situación judicial y tributaria» en la que se encuentra su familia.

Ha releído la confesión con la que admitió haber defraudado a la Hacienda pero ha sostenido que el origen de sus cuentas en el extranjero no procede del «erario público» sino de la herencia que recibió de su padre.

El expresidente de la Generalitat ha negado este viernes que haya sido «un político corrupto» y haber recibido dinero a cambio de decisiones político-administrativas durante sus 23 años al frente de la institución, años en los que el único sueldo que cobró fue el que le correspondía por el cargo que ocupaba.

«La existencia de dinero en el extranjero puede ser muy criticada pero no presupone que su origen sea ilícito. No salió del erario público», según Pujol, que ha defendido que en su etapa al frente de la Generalitat intentó establecer puentes, buscar soluciones, evitar conflictos políticos y sociales y conciliar intereses, pero sin corrupción.

«Esto lo he hecho mucho, y en conjunto estoy satisfecho. Es el trabajo de un político que gobierna, pero para este trabajo nunca he cobrado, al margen de lo que era mi sueldo», ha explicado, tras destacar que también debe explicar quién era su padre y la relación que tenía con él para dar solidez a sus argumentos.

Ha asegurado que ni la situación judicial ni la comprobación fiscal y tributaria en la que se encuentra «limitará ni condicionará» sus explicaciones ante el Parlament, y ha remarcado que, más que de herencia, debería hablarse de un dinero legado por su padre a él.

Además de exponer que las mayores recriminaciones son las que se hace a sí mismo, ha recordado los orígenes modestos de su padre, quien gracias a sus inversiones en la bolsa pudo ganarse muy bien la vida y mantener buenas relaciones con industriales del sector del algodón, muy importante en los años 50.

Según él, los negocios que impulsó su padre le llevaron a convertirse en un hombre rico, también en 1980 cuando murió, y ha relatado que ambos mantenían una relación especial, «hasta de cierto secretismo en todo».

Ha añadido que, en la dictadura franquista, su padre consideraba demasiado arriesgado que su hijo entrara en el campo económico y político, pero que siempre le apoyó, también cuando le encarcelaron, demostrando así que era un hombre «valiente».

Sin embargo, ha mantenido que su padre tuvo miedo, por lo que llegó a la conclusión que la mejor solución era mantener un dinero en el extranjero: «Lo hizo en un momento en que podía, en un momento favorable, antes de la crisis bancaria de los años 80, que afectó muy gravemente al patrimonio familiar».

Pujol ha dejado claro que no decidió introducirse en política para ganar dinero porque dinero ya tenía, y que si lo hizo era porque quería cumplir su «obsesión» de tirar adelante un proyecto para Catalunya, al que ha dedicado su vida y recursos y por el que ha perdido mucho.

«Mi padre tuvo este dinero fuera con una mentalidad de reserva, de rincón, no para hacer negocios ni para incrementar el depósito. Lo hizo en previsión de que llegaran malos tiempos», ha aclarado el expresidente de la Generalitat.