Sito Alonso, que volvía a la que fue su casa los tres últimos años, ha querido sorprender de inicio y ha puesto a Raúl López y Colom para marcar un ritmo de partido que no ha llegado a concretar y han sido los guipuzcoanos los que han aprovechado los problemas de un rival que venía con Hervel tocado y sin Mumbrú.

Gipuzkoa Basket se ha mostrado muy enchufado en ataque desde el pitido inicial, apoyado por una grada que ha empujado lo suyo, y en defensa ha establecido un muro que le costaba mucho superar al equipo vizcaíno.

Jared Jordan, el base del conjunto guipuzcoano, estaba muy acertado y, además de anotar, asistía a sus compañeros, que siempre encontraban la posición idónea para machacar el aro rival, sobre todo desde más allá de la línea de 6,75, con cuatro triples en los seis primeros intentos.

Los nueve puntos de ventaja al primer cuarto para los de Donostia eran fiel reflejo de la diferencia existente en la cancha, porque los problemas del Bilbao Basket eran enormes incluso en ocasiones para poder hacer un buen pase en sus saques desde la línea de fondo.

Ha mejorado un poco el equipo de Sito Alonso antes del descanso, pero el GBC se mostraba muy sólido y ahogaba en defensa a los vizcainos, que contaban con Raúl López y Colom, sus hombres bajos, como los mejores al descanso.

En la segunda mitad ha emergido el mejor Bilbao Basket, que ha bajado las diferencias a nueve puntos (51-40) gracias al buen hacer de los dos Todorovic, Marco y Dejan, y el encuentro parecía abocado a la igualdad.

Los locales no han querido dejarse comer más terreno y un tiempo muerto de Jaume Ponsarnau ha restablecido el orden que había imperado durante todo el choque, aunque ha quedado levemente abierto en el último cuarto.

Se ha desmelenado el Gipuzkoa Basket en los últimos minutos y ha elevado la ventaja a los 20 puntos con el recurso de los triples, en los que ha logrado un porcentaje de casi el 50% que le ha permitido vivir un final tranquilo y a Illunbe hacer la ola.