A juicio de Mas, esta unidad «es lo que más teme el Estado, que nos quiere divididos, cada uno por su cuenta» porque «sabe que así somos más débiles y vulnerables. Deberíamos ser conscientes de ello, tomar buena nota y actuar en consecuencia».

El jefe del Ejecutivo catalán ha subrayado que en las próximas semanas habrá que tomar «decisiones complicadas y no exentas de riesgo», en referencia a la convocatoria o no de elecciones anticipadas. Ha recordado que el camino hacia la consulta del 9 de noviembre también «estaba lleno de obstáculos, muchos externos y algunos internos. Si entonces no dudé en asumir personalmente las decisiones que creía más adecuadas, también lo haré en los próximos pasos que nos corresponde dar como país».

Mas ha prometido a la ciudadanía catalana que «serán sólo vuestros votos, cuando llegue el momento, los que configuren los escenarios de futuro que deben seguir guiando las riendas de este país».

Situación económica y corrupción

Al margen de la situación política, el president ha abordado otros temas como la situación económica, con crecimiento económico y descenso del paro en relación al ejercicio anterior, si bien ha reconocido que «no podemos dar la crisis por superada». También ha asegurado que su Gobierno «seguirá trabajando y esforzándose para luchar contra las desigualdades, para defender los servicios públicos fundamentales y para ayudar a crear nuevas oportunidades».

En un años marcado asimismo por los tejemanejes del clan Pujol, Artur Mas se ha referido a «la apuesta decidida por la transparencia y las buenas prácticas de la Administración» y ha subrayado el «firme compromiso de hacer las cosas mejor, de combatir las irregularidades y las malas prácticas cuando estén», así como «exigir responsabilidades cuando algún gobernante o servidor público las cometa».