El Gobierno de Brasil ha prometido que presentará ante el Congreso en los próximos días un paquete anticorrupción, en respuesta a las protestas masivas contra la presidenta, Dilma Rousseff, que han congregado a cerca de un millón de personas en todo el país.
El anuncio ha sido formulado tras una reunión entre la mandatario y varios de sus principales ministros para analizar el impacto de las manifestaciones, según ha informado el diario brasileño 'O Globo'.
Tras la misma, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, ha destacado que «el Gobierno está atento y dispuesto a escuchar las voces de la calle». Asimismo, ha añadido que «no hay democracia sin diálogo, sin tolerancia de las posiciones divergentes».
Las marchas, convocadas a través de las redes sociales, se han desarrollado de forma absolutamente pacífica y en ellas se han exhibido con profusión los colores de la bandera brasileña. El lema más generalizado ha sido el de 'Fuera Dilma'. Sin embargo, también se han podido ver pancartas pidiendo una intervención militar.
La principal manifestación se ha producido en Sao Paulo, donde unas 240.000 personas, según las autoridades, han ocupado la principal avenida de la ciudad.
La mayoría de los organizadores piden que se abra un proceso de destitución contra la presidenta, argumentando una presunta corrupción del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), el escándalo por desvío de fondos en la petrolera estatal Petrobras y los elevados impuestos, entre otras cosas.