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La formación del Parlamento turco apunta la alianza entre AKP y MHP

Las primeras negociaciones para designar la Presidencia del Parlamento turco darán una idea de los posibles pactos para formar una coalición de Gobierno en Turquía, después de que el gobernante AKP perdiera la mayoría absoluta. De momento, las formaciones opositoras han marcado sus líneas rojas si bien la opción del AKP del presidente Erdogan con el panturco y ultraderechista MHP se presenta como la más probable.

El Parlamento turco, en el que el AKP, el partido del presidente, Recep Tayyip Erdogan, perdió la mayoría absoluta en las últimas legislativas negocia la designación de su Presidencia, lo que debe dar una primera idea de las disposiciones de los cuatro partidos a constituir alianzas de gobierno. En principio, la alianza del AKP con el panturco MHP se ve como la más probable.

En la sesión inaugural de ayer los 550 diputados prestaron juramento y el presidente interino por edad, Deniz Baykal, (CHP), pidió que se calmaran las tensiones vividas en la campaña electoral. «No podemos continuar con la polarización del país», afirmó.

El AKP, con 258 diputados, se ve obligado a gobernar con alguno de los grupos de la oposición. El CHP (socialdemócrata y kemalista) obtuvo el 132 escaños, por delante del panturco de ultraderecha MHP, con 80 escaños y el HDP (izquierda y prokurdo), también con 80 diputados.

El AKP se muestra dispuesto a una coalición, pero en la oposición todos los grupos han trazado ya sus líneas rojas y expuesto sus argumentos más duros.

El CHP es el más hostil y su líder, Kemal Kiliçaroglu, ha apostado por una alianza de los tres partidos opositores, incluso encabezado por el MHP.

Pero el presidente de esta formación, Devlet Bahçeli, rechaza de plano cualquier acuerdo con el HDP, al que considera «un escaparate de una organización terrorista», en alusión al PKK. También se muestra intransigente con el AKP. «Si para el proceso de paz, procesa a los responsables del escándalo de corrupción de 2013 y Erdogan no se excede en sus prerrogativas podremos hacer una coalición con el AKP», afirmó, condiciones difíciles de aceptar para el partido en el poder. En cuanto al prokurdo HDP, descarta cualquier acercamiento al AKP y al MHP. Las declaraciones tienen objetivos tácticos para reforzar posiciones antes de negociar, pero la amenaza de una nueva convocatoria electoral podría hacer rebajar las exigencias. Así las cosas, los analistas apuestan por un pacto entre el AKP y el MHP, que comparten su ideología derechista. «Parece que una coalición entre el AKP y el MHP es más fácil de constituir», reconoció el ministro de Economía, Nihat Zeybekçi. Un responsable del MHP, bajo anonimato, señaló que «unos y otros han anunciado intenciones, pero por el momento no se ha mantenido ningún contacto oficial».

 

El expresidente Abdullah Gül se asoma a la escena política

Si bien las divergencias entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su predecesor, Abdullah Gül, eran notorias, un libro publicado en Turquía las ha sacado a la luz y sugiere la vuelta a la política del exjefe de Estado. “Doce años sin Abdulah Gül» expone por primera vez los desacuerdos entre los dos fundadores del AKP, el partido islamista-conservador que dirige el país desde 2002, sobre todo durante los incidentes de junio de 2013 y en torno al escándalo de corrupción del mismo año, en relación al golpe de Estado en Egipto o por la guerra siria. El momento de su publicación ha aumentado su repercusión. Unos días antes, el AKP perdía la mayoría absoluta en el Parlamento, un revés visto como derrota personal de Erdogan. El nombre de Gül sonó entonces como posible primer ministro, cargo que ya desempeñó en 2002. Se presenta como voz moderada y conciliadora frente a la autoritaria de su compañero de partido, aunque tras la elección de Erdogan en la Presidencia se había retirado del juego político. Gül ha desmentido estar detrás de la publicación y rechaza que se hagan cálculos sobre su contenido, pero muchos han visto una señal de las ambiciones del expresidente y la emergencia de una alternativa a Erdogan en el seno del partido. Y aunque no, de forma inmediata, un aviso de que puede volver «en caso de necesidad». GARA