El Parlamento ha respaldado por 397 votos a favor y 223 en contra la propuesta del primer ministro, David Cameron, para que la Real Fuerza Aérea británica (RAF) se una a los ataques en Siria de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.

Una parte de los diputados de la oposición laborista, que contaban con libertad de voto en esta sesión, se ha alineado con el Ejecutivo de Cameron, que prevé ordenar en las próximas horas las primeras misiones armadas en el país árabe.

Gran Bretaña ya colaboraba con la misión internacional en Siria en labores de inteligencia y logística, pero se ha abstenido hasta ahora de lanzar ataques en ese país, dado que el Parlamento vetó en 2013 una propuesta para actuar contra el Gobierno de Bachar al Asad.

«No debemos engañarnos, esos terroristas están planeando asesinarnos y radicalizar a nuestros hijos ahora mismo. Los riesgos de no hacer nada son mucho mayores», ha sostenido Cameron.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, ha defendido que los bombardeos pueden aumentar el riesgo de sufrir un atentado y ha puesto en duda que el Ejecutivo conservador haya trazado un plan «coherente. No hay duda de que el llamado Estado Islámico ha impuesto un reino de sectarismo y terror inhumano en Irak, Siria y Libia, y nadie pone en cuestión que suponga una amenaza para nuestra propia gente El problema ahora es determinar si los bombardeos del Reino Unido en Irak y Siria reducirán, o bien incrementarán, la amenaza sobre los británicos».

«Si en las próximas semanas o meses se produce un ataque en el Reino Unido, habrá quien intente decir que ha ocurrido debido a nuestros ataques aéreos. Pero yo no creo que ese sea el caso», ha replicado el primer ministro, que ha asegurado que los servicios de inteligencia han abortado siete intentos de atentar contra británicos en el último año.